Nadar a contracorriente

Por Mario Guillermo Massone

@massone59

 

 

 

Si deseamos realmente salir de la desgracia a la que nos ha arrastrado el Totalitarismo del Siglo XXI, debemos comenzar a nadar a contra corriente.

 

Los políticos a dedicación exclusiva, de la oposición, no pueden hacerlo solos. Nos necesitan. No es en beneficio de la causa de la libertad el atacarlos, haciéndonos de posiciones pseudo racionales de algunos, pero que pecan de mezquinas y falsas. No es solo no atacarlos. Es, sobre todo, apoyarlos.

 

Expresar frustración por las redes, podrá ser terapéutico. Pero desquitarnos con nuestros políticos es patológico. Patología de la estulticia. La actitud de cada uno de nosotros es lo primero que ha de cambiar. No vendrá primero un cambio para que luego, y solo entonces, lo hagamos nosotros. ¡Es al revés!

 

Los venezolanos, al menos buena parte de nosotros, estamos sentados a la espera del cambio, la salida, la transición, o como le quieran llamar. No se trata de un espectáculo, como el Miss Venezuela, que esperamos verlo aunque no sabemos cuándo.

 

Si cada uno de quienes nos negamos a aceptar la tiranía, hiciéramos algo al respecto, la realidad sería otra.

 

Una cosa que me llama la atención, es la repetida afirmación de mis amigos de otros países, acerca de la pasividad, la inacción, de parte de la sociedad civil y de los ciudadanos en general. Porque los ciudadanos en general se quejan de los políticos, y luego se va a atender sus asuntos privados. “De los públicos, que se ocupen otros”.

 

Los amigos de otros países, tanto los que viven como los que no en Venezuela, nos observan con mejor ojo que el nuestro. Nuestra visión parece nublada por el aturdimiento. Necesitamos rescatar primero nuestra propia razón. La razón práctica, la que opera en nuestra voluntad.

 

Para prosperar en libertad en Venezuela, se hace necesario que el Totalitarismo del Siglo XXI, la mandrágora de Latinoamérica, sea un recuerdo oscuro en las páginas de la historia Venezolana y Universal. Que sus raíces marchiten y su veneno pierda sus propiedades.

 

Para avanzar, es necesario moverse. Moverse requiere esfuerzo. Actividad. Hay que vernos a nosotros mismos en el espejo (reflexus). Reflexionar. Preguntarnos en qué actividad o actividades concretas es que vamos a ser partícipes. ¿Será que me dejo de sembrar intriga y me convierto, ¡yo mismo!, en constructor de cambio? ¿Será que me decido a dar contribución a algún partido de la oposición? ¿Será que me pongo a la orden en alguna sede política? ¿Será que me haré consciente, y actuaré en consecuencia, de que descalificar a los nuestros es un error, desde cualquier punto de vista? ¿Será que haré algo? ¡Será…? 

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