Colas infernales

Por Elismar Plata

@Elismar_plata

 

 

 

A raíz de la crisis económica, que se ha incrementado de manera progresiva en la última década, Venezuela se encuentra en un escenario crítico donde los gobernantes han perdido el control de la economía; hay desabastecimiento y escasez para conseguir los productos de primera necesidad. Esta situación que nos afecta a todos por igual, obligándonos a participar en una distribución de alimentos, asistiendo de acuerdo al número terminal de la cédula de identidad, o pasar por un control de máquinas capta huellas, generando  permanentes colas en los supermercados.

 

En el Distrito Capital, y en los diversos estados del país, se están presentando situaciones de conflictividad que ni la policía ni la guardia han logrado evitar.  Entre gritos, riñas y estampidas han salido muchas personas heridas, e incluso muertas en las colas de los supermercados. A pesar de que a principios de año el Vicepresidente de Seguridad y Soberanía Alimentaria, Carlos Osorio, aseguró que la escasez no existe en Venezuela y que todo se trata de una “campaña de manipulación”, las colas siguen presentes en los diferentes supermercados y la paciencia es una virtud que los venezolanos han ido perdiendo, al pasar más de 3 horas diarias en colas para adquirir alimentos y productos indispensables.

El 22 de julio en el municipio Caroní del Estado Bolívar, un grupo de personas se encontraban aglomeradas haciendo su respectiva cola en las afuera de un supermercado cuando comenzó el caos; un funcionario policial perdió el control y disparó contra los civiles que se encontraban en la cola. Fanny Martínez aseguró para Globovisión: “El funcionario vestido de azul llegó amedrentando a la gente a lo loco, un tiro de esos que el soltó mató a mi yerno.” Esto fue consecuencia de una situación irregular que ocurría en la cola, los presentes comenzaban a amotinarse y el descontrol provocó la desfavorable reacción del policía.

 

La incontrolable inflación, la escasez y el desabastecimiento han introducido al mercado un nuevo negocio conocido como “bachaqueros”. Son personas que se encargan de conseguir los productos de primera necesidad a los precios regulados por el Estado y los revenden a un precio más elevado en diferentes localidades. El Nacional reseñó que el 21 de julio un enfrentamiento en el barrio Lossada de Maracaibo, estado Zulia, dejó cuatro personas muertas y otras cinco heridas en una cola de supermercado. Según el reporte policial el enfrentamiento se produjo por disputas entre dos familias por el control de “bachaqueo” en la zona.

 

Venezuela se ha visto sumergida en una crisis social, en donde la importancia de los valores han pasado a un segundo plano; el respeto, la tolerancia, la amabilidad y la cortesía llegan a ser palabras que han perdido peso tanto en hombres, como en mujeres a la hora de hacer colas. Las diferencias radicales y la intolerancia se apoderaron de tres hombres a las afueras de un supermercado en el municipio Maneiro de la isla de Margarita; el diario El Universal, reseña que el hecho ocurrió mientras se encontraba en una cola para lograr entrar al supermercado y comprar los productos regulados; la impaciencia de Jimmy Henry Vallen ocasionó cometarios subidos de tono acerca de la situación del país, siendo agredido fuertemente por dos hombres que no dudaron en golpearlo hasta su muerte.

 

Según la encuestadora Datanálisis, en 2015 la preocupación por la escasez e inflación superó a los delitos violentos como principal preocupación de Venezuela por primera vez en años. De acuerdo con su Director Ejecutivo, Luis Vicente León, la inseguridad ha plagado a Venezuela desde hace años, los venezolanos se habían acostumbrado a la delincuencia renunciando a la esperanza de una posible solución a este flagelo.

 

Eldar Shafir, autor y científico de la conducta estadounidense, dice que la «obsesión» psicológica por la búsqueda de los bienes escasos en Venezuela se debe a la dificultad de encontrarlos; los convierte en algo «precioso». El gobierno fracasó con las medidas económicas intentando apoderarse de todas las empresas privadas; el economista José Ramón Acosta, asegura para UCVnoticias, “como la escasez es lo constante, la economía se trata de la producción. Por tanto, para  salir de esta situación originaria hay que producir”. Deben aceptar modelos económicos sustentados en empresas privadas que ayuden a la producción de materia prima; solo así, se logrará el ingreso suficiente de productos de primera necesidad en el mercado y por consiguiente, las colas y el racionamiento se deben aplacar.

 

La intransigencia del gobierno de no modificar sus políticas económicas, mantiene a los venezolanos en una angustia constante, obligándolos a hacer las colas para conseguir los productos de primera necesidad. Muchos jóvenes se han ido a otras latitudes con la esperanza de regresar algún día a su país y verlo en pleno desarrollo, con una cultura de mucho respeto y con una libertad que nos permita caminar y viajar a cualquier sitio sin miedo, porque así es la verdadera libertad. Para lograr alcanzar la Venezuela que todos quieren, se debe tomar mucha conciencia de las causas que llevaron a que el país llegará al fondo de todos los problemas económicos, sociales y políticos. Es muy probable que las autoridades gubernamentales deban solicitar ayuda internacional, no solo de carácter financiero, sino de otra índole, para que junto con profesionales expertos, tengamos la Venezuela digna para vivir adquiriendo productos que necesitemos sin sacrificio alguno.

 

 

Pelea de mujeres en cola por toallas sanitarias. El Valle, Caracas, Venezuela.

 

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