Receta: Pasticho socialista con salsa de cinismo

Por Andy Lermith Camejo

@AndyLermith

 

 

 

No es extraño que después de más de medio siglo bajo un esquema de gobierno totalitario y dictatorial, la isla de Cuba aún se encuentre bajo el poder de los Castro a pesar de observar hoy en día que existen gestiones e intenciones por parte de distintas instancias internacionales para acabar con el sufrimiento del pueblo cubano.

 

Luego de la guerra fría, los Castro y sus más férreos allegados (incluso externos), han sabido sortear los distintos escenarios caóticos para poder seguir manteniendo el poder de manera infinita a costa de cualquier cosa. Pero ésta fijación desmedida ha requerido de las más exquisitas recetas distractoras que usted como ciudadano se pueda imaginar y también no imaginar. 

 

Más allá de un asunto meramente político, se esconden inimaginables estrategias macabras para lograr mantener a todo un pueblo en una pasividad hasta incluso, tan  tenebrosa que nos hace pensar en películas de ciencia ficción.

 

El mejor ejemplo de dicho esbozo lo tiene nada más y nada menos que el gobierno de la República Bolivariana de Venezuela; quién poco a poco se transformó en el alumno predilecto (a conveniencia) de la Burocracia de los Castros y que sin más ni menos midió el costo financiero y estratégico que dicha pedagogía comunista podía lograr.

 

En este sentido,  la base de ésta fórmula socio-política culinaria, si es que puede abarcar el termino, es la del pecado ambivalente más grande del gobierno de Venezuela, el cual es,  haber hecho mucho más pobre al pueblo por medio de su propia riqueza; mientras mas pobre el pueblo, más dependiente del gobierno tiende a ser.  Sin embargo este plato no culmina aquí, ya que hacen falta las capas necesarias para que éste pasticho sea lo suficientemente efectivo y nutritivo a todo un pueblo que se lo degusta todo a pesar de que le pueda caer pesado.

 

Cuando el gobierno comienza a percibir de una forma preocupante cierto descontento social, se comienzan a agregar las capas distractoras al plato para que dicho malestar se enfríe y luego comienza nuevamente el circulo vicioso; por ejemplo, estando coyunturalmente en una etapa electoral y bajo un descontento masivo de toda una población debido a la Inseguridad, la escasez, el alto costo de la vida, la hiperinflación; pues, era sumamente necesario agregar otros condimentos distractores como la confrontación con el Gobierno español, el decreto de Obama y EEUU, la situación con el Esequibo y para ponerle una capa más gruesa al asunto se viene la Situación de la frontera Colombo-Venezolana (a alguien había que echarle la culpa).

 

La situación de la frontera cayó como anillo al dedo, porque a falta de un esquema de campaña electoral, la misma sirve como maniobra nacionalista y patriota de una revolución desgastada y fracasada que no encuentra la forma de repuntar en la popularidad del venezolano. No obstante,  este tema como principio de campaña no ha calado en la sociedad y por el contrario se ha transformado en un Bumerang irreversible de rechazo bajo el tema de los derechos humanos.

 

Hoy por hoy, el pasticho y sus respectivas capas distractoras no han funcionado o al menos, es probable que ya se esté descomponiendo debido a  que el Chef principal (Cuba), ya tiene otros asuntos Bilaterales con EEUU que atender.

 

El gasto público que direccionaba el gobierno a su “perenne” campaña política e ideológica se fue agotando en razón de la caída abrupta de los precios del petróleo; elemento que utilizaba y utiliza el gobierno para hacer al pueblo más pobre y dependiente; (Irónico no?), esa campaña que decía “Ahora PDVSA es del pueblo”, nunca fue tal, simplemente era un recurso manejado para mantenerse en el poder.

 

Ahora la deuda con la Republica Socialista de China es inmensa, y de gota en gota el gobierno ha ido subastando la riqueza petrolera del país para poder medio costear el gasto público que lo mantiene en el poder, porque no crean ilusamente que sea para generarle bienestar al pueblo. China tendrá asegurado petróleo de nuestro país al menos para los próximos 17 años y Venezuela pasó de ser un país medianamente productor a ser un país en donde el gobierno prepara las capas de pasticho para seguir distrayendo la atención de los venezolanos y ocultar  la verdadera podredumbre que existe bajo las faldas del poder;  porque no creo que internacionalmente les provoque comerse un poquito de este plato.

 

Por ahora, lo más importante para el gobierno, es que el venezolano se siga comiendo el pasticho de la Miseria con un toquesito de engaño.

 

¿Y a usted? ¿Le Provoca otro trozo de pasticho?

 

Si es así, pues entonces trate luego de tomar un digestivo.  Le recomiendo uno muy bueno; su nombre es “6D” y ¡Buen provecho!

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