Fragmentos de Mujer

Por Juan Carlos León 

@juancarlosleo11

 

 

 

Mírame,  no soy la misma de antes. Los golpes de tus puños me han hecho pedazos. Lleva tus ojos aquí, adentro, déjalos reposar en estas rojas paredes donde todavía palpitan, junto a mis órganos internos, muy pocos buenos recuerdos, recuerdos contigo. Y ya que estás adentro fíjate en mi corazón y nota la novedad; ya no susurra tu nombre en sus latidos. Escúchalo, ya no es música lo que produce, ahora solo se contrae de pavor al oír el sonido de tus pasos acercándose.  Mírame, no sólo hay heridas por fuera.

 

Recuerda este desayuno. Come con alegría y no te extrañes si encuentras la comida un poco grumosa o crujiente. Es una sorpresa, mi amor. “Mi amor” que poco sentido tienen esas dos palabras ahora. Quizá fue el tiempo, dicen que el tiempo mata algunos sentimientos, o quizá fue la rutina que se hizo cada vez más insoportable, quizá fuiste tú y todas esas veces que te pareció buena idea  golpear mi cabeza contra las paredes y redecorar la baldosa del baño con mi sangre, no lo sé. Creo que sería cínico de mi parte inclinarme por lo último, después de todo me amas, ¿no es cierto, cariño? Eso dices después de cada arranque de furia, luego de cada paliza que tengo que disfrazar de caída cada vez que alguien pregunta. Es gracioso, la gente debe creer que soy la mujer más torpe del mundo. ¿Amor?, creo que el amor, al igual que todo lo vivo, muere de múltiples formas y, como toda muerte, no siempre resulta agradable.

 

 A nuestro amor le pasó eso, murió, pobre de él, pobre de ti, pobre de los niños, pobre de todos, menos de mí, seguro que al final de todo esto dicen que yo soy la mala. Porque la defensa es el peor de los ataques, porque todo el mundo siente empatía con las victimas mientras son solo víctimas.

 

Quizá haya alguien que piense que la forma en la que estoy defendiéndome es cobarde o incluso me rebaje como mujer, saldrán ese montón de feministas y defensores a decir que hay otras formas de escapar a la violencia doméstica, que la mujer debe exigir respeto por medios civilizados y todo ese montón de tonterías aburridas. El problema, cariño, es que ya no soy una mujer, no me mal entiendas, sigo teniendo mis genitales femeninos y al mirarme al espejo me identifico como mujer, pero hablo de mi mente, algo ahí dentro se quebró, ahora soy un monstruo, sí, sólo eso explica que me divierta tanto este desayuno.

 

Iba a decirte la sorpresa ahora, pero hay tiempo, no te adelantes, sigue masticando. Te diré el contenido secreto de este suculento bocadillo cuando te retuerzas en el piso con las tripas a punto de reventar.

 

Esa mirada, sí, sé que ahora es que te has dado cuenta de que algo anda mal.  Cariño, perdona si te digo cariño, es la costumbre, el tiempo es culpable de eso. Los apodos amorosos, que tanto sentido tienen al principio, terminan convirtiéndose en muletillas, en simples palabras que sustituyen a otras como: Imbécil, maldito, cretino, siempre es más fácil usar una palabra amorosa, o quizá no, pero muchas me han salvado de tu furia.

 

Ahora tomas un poco de agua, ha de ser difícil tragar esos grumos, debí  ser más cautelosa, hacer la comida un poco más digerible. Soy tonta, lo sé, me lo dices todo el tiempo, mi comida es una mierda, incluso has dicho que ni los perros se la comerían —lo que por cierto no te deja en un nivel muy alto—, eso también lo sé, pero si te sirve de consuelo, después de hoy no volverás a comer ninguna de mis asquerosas comidas.

 

Profanaste el contenedor de mi alma con más violencia cada noche y ni siquiera te fijaste en mis lágrimas, quizá confundiste mis gritos de horror y dolor con los gemidos de placer que en otra época compartimos. Disculpa, me desvíe del hilo de la conversación, tal vez fue un desliz sentimental.

 

Ya está sucediendo, casi puedo sentirlo. Pero  no, no te mueras todavía. No antes de sentir mi cuerpo de monstruo o los pedazos que quedan de él. Por ahora trata de tragar esos grumos y más tarde, cuando los niños se hayan marchado al colegio. Sentirás el mismo miedo que yo antes de irte para siempre. Buen provecho. 

 

(Visited 145 times, 1 visits today)

Guayoyo en Letras