Viento

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Fue como un soplo de viento que hizo el respirar agradable, más que necesario,

le dio color a mis días, y frescura a mi alma cansada.

Mi fatiga se había ido, y mi cabeza agobiada dejó de pensar,

mi mundo paró de dar vueltas,

esas que te marean,  te consumen, te hacen querer desaparecer…

Fue un soplo de viento.

Le trajo paz a mi vida y alegría a mi espíritu entristecido,

de manera sobrevenida, inesperada, encantadora…

Me sentí flotar entre nubes

y descender por un arcoíris

donde al final del camino se encontraba ella.

Sus abrazos eran bocanadas de aire

Sus besos, ráfagas de brisa,

esa que hace hinchar tu pecho tras un día de eterno verano,

de esas que te sacan una sonrisa de alivio al final de la tarde

y caer en sueños profundos y espléndidos al anochecer…

Ella fue todo eso, y todo lo hermoso que las palabras nunca lograrán describir…

Ella era como un soplo de viento, llegó de imprevisto dándome sosiego, pero corrió veloz, y su existencia fue efímera.

La sentí rosar mi rostro, y al instante, no estaba más

Ella es un soplo de viento,

cada día que la siento, besa mi alma y me aferra a su recuerdo.

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