Ir al cine en Venezuela es… ¿polémico?

Surgidos en una profunda tragedia, sin esperanzas de un futuro ni tampoco expectativas de que alguna solución posible, muchos jóvenes en Venezuela intentan llevar una vida “normal”, reunirse con amigos (los que no han podido emigrar), darse lujos como comerse un helado o ir al cine, ya saben, cosas que deberían ser normales para cualquier joven.

Hay pocos eventos que han revolucionado el mundo del cine y la farándula como lo ha logrado el universo Marvel, un proyecto que inició en el 2008 y culminará este año con “Spider-Man: Far From Home”, aun así, la película más esperada es “Avengers: Endgame” dónde luego de más de 20 películas los fanáticos de todo el mundo esperan saber qué pasará con el futuro de esta épica historia.

“Avengers: Endgame” es un HITO, donde miles de millones en el mundo acudieron en masa, evento que por supuesto los jóvenes en Venezuela no se podían perder, al igual en su momento no se perdieron películas como “Harry Potter y las Reliquias de la Muerte II” o “Star Wars: Episodio III”, esas culminaciones de saga que reunieron a millones de fanáticos en todo el mundo, eventos únicos donde la gente madruga en los cines, hay funciones de media noche, se va disfrazados, algo de lo que todos en el fandom quieren formar parte.

Han sido meses difíciles, un corte de luz que duró días, el ascenso de Guaido y la pérdida de credibilidad que este ha obtenido después transcendental ocurra, ¿será que Venezuela podrá formar parte de algo tan épico dentro del mundo del entretenimiento cuando vuelva a ocurrir?, ya distribuidoras de películas han abandonado el país, librerías han quebrado, el internet cada vez se vuelve más ineficiente, ¿conciertos de artistas de moda? Un chiste solo mencionarlo, todo parece apuntar que hasta de las cosas más banales como ver una película de Hollywood cada se ven más cuesta arriba.

Ahora bien, la preventa comenzó, cientos abarrotaron a las taquillas, hicieron filas por horas (algo que ya estábamos acostumbrados) y el odio no se hizo esperar… “luego se quejan de que no tienen alimento” “¿no había crisis?” “en plena crisis y estos gallos pendientes de una película” “ojalá se les vaya la luz en plena película” “Venezuela jamás saldrá de la mi*rda. Abarrotan los cines para el estreno de Endgame y luego se quejan de no tener comida” …, los anteriores son comentarios reales, extraídos de redes sociales, obviamente con correcciones de ortografías, pero puros en idiotez.

La expectativa era tanta que incluso había quienes estaban revendiendo las tan codiciadas entradas en dólares, y sin duda habrá algunos que se salieron con la suya.

Una entrada al cine cuesta menos de un dólar, ¿desde cuándo se volvió pecado tener el poder adquisitivo para ir al cine?, muchas personas salieron a la playa y disfrutaron Semana Santa, tal vez no en la misma cantidad que otros años, pero igual hay quienes hacen el esfuerzo salir de la agobiante rutina que supone vivir en Venezuela.

Es difícil encontrar el argumento que pueda sustentar tanto odio, tanto resentimiento, ese que tiene la misma naturaleza del pensar colectivo que quienes estamos en el exterior no podemos divertirnos, porque al hacerlo no nos duele Venezuela.

Arantxa Tirado, periodista española, publicó hace algunos meses videos expresando que en Venezuela no existe crisis humanitaria porque había personas comiendo en McDonalds, haciendo compras en el Supermercado, panaderías abastecidas… ¿será que existan personas con “poder económico” (entre grandes comillas porque es totalmente relativo) no hay una crisis humanitaria?, aún no hemos tocado totalmente fondo pero tal vez sea cuestión de tiempo para que suceda.

Miles de personas mueren en los hospitales por falta de insumos, hay otros miles muriendo de hambre por falta de alimento, es ilógico pensar que porque esto suceda significa que nadie pueda ir al cine o comer comida rápida, hay quienes ganan en dólares o reciben remesas, he ahí el gran contraste.

Sabes que una sociedad ha caído bajo cuando se busca el más mínimo pretexto para destruirse entre sí, aunque las cosas mejoren en aspectos políticos y económicos, el lado social está excesivamente quebrado para salvarse, pasarán años para que podamos sanar tanto odio que nos han enseñado a sentir.