Los Antivalores

En días pasados se desató una polémica, por demás absurda y superflua, entre Alicia Machado y Winston Vallenilla. ¿El motivo de la controversia? En palabras de ellos mismos, la lavadora de Alicia y el trapito de Winston. 

La situación brevemente descrita originó en redes sociales un sin número de comentarios de los internautas en favor o en contra de Alicia Machado, así como también, en apoyo o agravio de Winston Vallenilla. La situación llegó a tal punto que Marlene De Andrade, esposa de Vallenilla, intervino en la polémica aderezando un poco más el escenario, y por supuesto haciendo que las redes explotasen con sus comentarios. 

La controversia entre Alicia Machado y Winston Vallenilla, no representa la idiosincrasia de los venezolanos, al contrario, representan los antivalores que debemos dejar de lado para crecer como sociedad y como seres humanos. 

Sin embargo, a pesar de que la polémica, desde mi humilde óptica, es absurda, banal y superflua, entendiendo que a nadie le interesa las intimidades que pudieron suscitarse entre esas dos personas, tampoco la frecuencia de las relaciones que tengan o con quien las tengan, ni el tamaño del miembro viril de nadie; muchos usuarios de las redes sociales si se interesaron en el asunto, hasta tal punto de hacer de la controversia trending topic en distintas redes. 

¿Qué dice esa situación de los venezolanos? Lo único que podría afirmar es que nuestros valores como sociedad están invertidos, aspecto que se ve reflejado en todos los ámbitos de la vida social, política, cultural y económica del país. 

Ejemplifiquemos un poco ese aspecto. En lo social, que un gran número de personas hagan tendencia una situación como esa dejando de lado temas importantes que resaltan la verdadera venezolanidad como el éxito del actor Edgar Ramírez en Hollywood con su diversa filmografía y en especial con su último estreno Jungle Cruise; la presentación de Gustavo Dudamel con Billie Eilish haciendo un magnifico concierto dedicado a la ciudad de Los Ángeles; la maravillosa temporada del receptor de los Reales de Kansas City, Salvador Pérez; los 500 Home Run de Miguel Cabrera y su cercanía a lograr la marca de 3000 hits que lo haría un virtual miembro del salón de la fama del mejor béisbol del mundo; las medallas olímpicas de Yulimar Rojas, Daniel Dhers, Keydomar Vallenilla y Julio Mayora; la majestuosa presentación de Robeilys Peinado, Antonio Díaz, Claudimar Garcés y Paola Pérez en los Juegos Olímpicos; y mejor aún, el extraordinario desempeño de los atletas paralímpicos y las medallas obtenidas por Lisbeli Vera, Linda Pérez, Luís Rodríguez, Alejandra Pérez y Clara Fuentes, es un reflejo que los antivalores están dentro de nuestra sociedad y peor aún dentro del ADN nacional.

Y hago la aclaratoria, sé que estos temas han sido importantes para muchos venezolanos, han sido comentados en redes sociales, también han sido celebrados, sin embargo, en el caso de los atletas paralímpicos no ha sido tendencia como si lo fue la controversia entre Alicia Machado y Winston Vallenilla, por ello la opinión crítica va dirigida a la importancia que como sociedad se le dan a unos temas y otros de mayor relevancia, prestancia y que resalta valores son dejados de lado.

En lo político, hemos visto que desde hace más de 20 años nuestros dirigentes se han mantenido en una pugna por el poder, pero no una que vaya dirigida a mejorar la situación del venezolano, no, sino una en que los dimes y diretes van y vienen, los insultos y descalificativos vuelan por los aires alegremente, haciendo de esto el pan de cada día.

En lo cultural, la tendencia que va en alza, y que se ve reflejada en el contenido de las emisoras radiales, con respecto al gusto de muchos venezolanos de canciones con letras denigrantes contra el género femenino, dejando de lado letras maravillosas que exaltan temas variados de diversos estilos musicales por considerarlas viejas, anticuadas o pasadas de moda. Ahora me pregunto; ¿Es que el amor esta pasado de moda? ¿Lo denigrante es lo actual y moderno? En lo personal me niego a pensar que el amor este pasado de moda y que lo denigrante sea lo moderno, muchos apoyaran esta opinión, otros pensaran todo lo contrario. 

Finalmente en lo económico, la grave crisis por la cual atraviesa el país ha hecho que muchos comerciante usen los métodos especulativos como su forma de sustento; el bachaqueo persiste en la sociedad venezolana, ahora no con productos alimenticios sino con gasolina, situaciones que llevan a que se pierdan los valores y que lastimosamente la sobrevivencia propia se haya convertido en un tema más importante que la solidaridad dentro de la quebrada sociedad venezolana.   

Todas esas situaciones son claros ejemplos de los antivalores que están inmersos dentro de la sociedad venezolana, que no podemos decir alegremente que son culpa del gobierno o de la oposición, quizás algunos sí lo sean, pero debemos ser claros y responsabilizarnos por nuestros errores, como sociedad hemos permitido que los antivalores se introduzcan cada vez con mayor fuerza, hemos dejado de lado temas importantes, hemos exaltado lo vulgar, hemos ido perdiendo poco a poco esa batalla, pero con un cambio desde lo interno y aprendiendo sobre un correcto uso de las redes sociales podemos dar un giro a esa situación. Cada vez que un venezolano, dentro o fuera de nuestro territorio, realice algo maravilloso hagámoslo tendencia en redes sociales, apoyemos siempre el talento nacional.    

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Guayoyo en Letras