Tocuyito y Campo Carabobo a la expectativa

Se encuentra en proceso de conformación el gobierno municipal de Libertador. Oscar Orsini, el nuevo alcalde, seguro está decidiendo quienes le acompañarán a gobernar, sería bueno que alguno de sus colaboradores tenga su residencia en el municipio para que sus decisiones tengan la perspectiva del vecino antes que la del turista, en ese sentido, muy útil sería que los pesuvistas de Libertador, que fueron los que hicieron su campaña, no sean desplazados por recién llegados. Alguien dirá que ese es un problema interno del partido de gobierno, pues si, pero tendrá un impacto en las prioridades, el vecino de Tocuyito, aún siendo pesuvista, se interesará en temas locales, el pesuvista que viene en plan de turista se interesará más en festejos, parrandas navideñas, eventos… jolgorio pues.

Una prioridad que el gobierno municipal debe atender es el abandono de la infraestructura sanitaria, los ambulatorios dependientes de Insalud, tanto los rurales como los urbanos, están sin agua, sin personal y sin insumos, lo propio ocurre con los CDI y con los Chalet de Barrio Adentro que están por desaparecer entre la desidia y el desinterés. A esta fecha la vacunación contra el coronavirus se efectúa en un solo lugar del municipio: el dispensario de Tocuyito, bajo unos horarios y velocidad que distan mucho del sentido de la emergencia, este escenario debería llamar la atención del nuevo alcalde. 

Pero habrá, es infaltable, quién le susurra al alcalde que la prioridad es celebrar la navidad con muchos adornos en la Plaza Pocaterra, con muchas luces, con muchos arbolitos y San Nicolás. Le dirán que eso da votos, que sería bueno traer a la Billo’s Caracas Boys o a los Melódicos y que medio pueblo vendrá a disfrutar y le aplaudirán. Y si algún dirigente de la oposición le crítica esa actitud festiva, pues, se le dirá que es el “Grinch” o que es un “pavoso”, y listo.

El tema es que desde ya el pueblo está a la expectativa. Los recursos disponibles en la Hacienda Municipal son escasos y mejor deberían gastarse, en el contexto de la pandemia, en la red de atención sanitaria. Pero si esos recursos escasos se van en adornos, fuegos artificiales, bebida y rumba, pues, los reclamos vendrán en Enero, después del ratón, cuando la crisis afecte, como siempre, al más necesitado. Hay algunas noticias alarmantes en el plano internacional, al parecer, surgió una nueva variante del virus (Ómicron) y es más contagiosa y letal, se teme incluso que su mutación le permita evadir la protección de las vacunas disponibles. Sería mejor tener en el municipio más centros de salud habilitados que adornos navideños si esa variante llega al país.

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