Las terapias más baratas que usted podría encontrar
Tengo tres amigos psicólogos que son muy, pero muy buenos. Lo malo es que cobran (y ojalá no me dejen de hablar cuando le recomiende las terapias más baratas que existen). Escoja usted cuál de todas estas es la que mejor le viene:
- Chismoterapia: es el regocijo que logrará conseguir su alma justo cuando le escriba alguien diciéndole: “¡Agárrate que te tengo el chisme de los chismes!”. El efecto terapéutico de inmediato se verá reflejado en usted con un brillo en los ojos, una leve sonrisa y la inequívoca señal de un sonido mejor conocido como: “¡Echa pa’ fuera yaaa!”.
- Billete-escondido-terapia: ocurre cuando tiene la autoestima por el piso porque no le queda ni para comprarse un agua en la calle y entonces se mete las manos en los bolsillos para encorvar la cabeza y lamentarse y, de repente, aparece un billete que se lavó con el pantalón sin que usted se diera cuenta.
- Karmaterapia: momento de goce genuino que ocurre cuando esa persona que se dedicó a hacerle la vida miserable a uno por años, ahora la está pasando mal. Y cuando uno se da cuenta de eso, siente lo que el gran Emilio Lovera define para esas situaciones como “sentir un fresquito”.
- Te-lo-dije-terapia: es una terapia especialmente hecha para madres y se lleva a cabo en dos momentos. El primero es cuando esa madre se toma el tiempo y el cariño para decirle a su hijo cómo se debe hacer algo. Sin embargo, la terapia toma efecto cuando su hijo no le hace caso y después termina pasando todo aquello que la madre le dijo que pasaría. Es allí cuando se consuma la terapia con ese momento orgásmico en donde la mamá alza la voz como si supiera que el Titanic se iba a hundir y dice: “¡Te lo diiiiiiije!”. Y si la madre quiere enfatizar en los efectos sanadores de esta terapia, siempre puede agregar un “¿Pero te lo dije o no te lo dije?”.
- Peleaterapia: es una terapia que se da en distintos niveles. Se inicia cuando uno escucha que están peleando por ahí, pero la terapia alcanza su clímax cuando uno se asoma y, en efecto, ve la pelea. Sin embargo, los niveles de sanación de dicha terapia varían según la pelea que uno presencie. El nivel es bajo si se trata de una pelea marital de unos vecinos. Es más alta, si uno ve que es un ladrón que está corriendo con un celular mientras todo el mundo lo persigue gritando “¡¡¡agárrenlo!!!”. Ahora, pero el nivel de esta terapia es máximo cuando se trata de una pelea entre dos tipos. Claro, anteriormente esta terapia llegaba hasta acá, pero recientes investigaciones han descubierto que se puede alcanzar un nivel aún mayor de alivio terapéutico, cuando lo que se presencia es una pelea de una madre jalándole los pelos a su hija porque es muy pequeña para hacer bailes eróticos de TikTok.
Ahí tiene. Esas son las terapias más baratas a las que usted podría acceder hoy en día. Espero que las pueda probar para que me cuente qué tal le va. Y bueno, si no le funcionan, recuerde una cosa: tengo tres amigos psicólogos que son muy, pero muy buenos (lo malo es que cobran).
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