Cada día puedes aprovechar “Il Dolce far Niente”

Esta frase italiana se traduce como el dulce no hacer nada, y esto resulta realmente encantador; y, no pretendo con ello fomentar la holgazanería sino el disfrute de la vida y del momento más que la lucha contra el tiempo en que la mayoría solemos vivir. Esta frase refleja la cultura italiana donde se practica la siesta y se valora el sentarse a conversar con los vecinos o tomarse una copa de vino. 

Lo fundamental es que estos  momentos de relajación sean realmente reparadores, y, para que lo sean deben estar asociados al disfrute; no tendría sentido entonces salir de paseo si en vez de desconectarte estás con la mente abrumada con pensamientos angustiantes o estresantes que te alejan del disfrute de lo que estás haciendo.

¿Trabajas angustiado por los resultados que vas a tener?

¿Interactúas con otros buscando su aprobación?

¿Te molestas porque los demás no actúan como tú esperas que los hagas?

En las redes sociales, ¿Te angustia obtener rechazos en tus publicaciones o estas pendientes si tus seguidores suben o bajan?

¿Te la pasas planificando todo lo que tienes que hacer y mientras te ocupas de algo ya estás pensando en lo próximo que tienes que hacer?

¿El mañana es un motivo de angustia para ti?

¿Eres capaz de estar un rato desde el relax disfrutando solo de eso?

Si tus respuestas ante muchas de estas preguntas son afirmativas, definitivamente no andas en il dolce far niente, de modo que posiblemente andes estresado(a) y esto no es precisamente disfrutar la vida. 

Estar ocupados todo el tiempo tiene consecuencias negativas tanto para nuestro cuerpo como para nuestra mente, impide los beneficios del reseteo tan necesario que necesitamos para recargar fuerzas y liberar al máximo nuestras capacidades. La ocupación permanente deja al cerebro exhausto y desde allí es sencillo perder el control; por ejemplo, personas sometidas a días sin dormir experimentan complicadas consecuencias en su salud mental porque se afecta la capacidad del cerebro de oxigenarse.

A muchas personas les preocupa perder el tiempo y darse permiso para disfrutar, se sienten culpables por no hacer algo útil. La mente se llena de pensamientos y preocupaciones que literalmente te amargan el momento.

 La recomendación es aprender a darte permisos de descanso en forma sucesiva, unos 30 segundos, y así hasta tener minutos entre las faenas del día a día donde no hacer nada sin sentirte culpable por ello; entender que no estás perdiendo el tiempo sino ganando salud que al final te permitirá obtener mejores resultados en tus tareas y actividades, así como estimular tu creatividad e intuición

La forma que adquiera ese descanso depende de tus preferencias, pasear, ver tv, meditar, conversar con un amigo, pintar, hacer deporte o cualquiera que elijas donde tu mente se concentre solo en el disfrute de la actividad.

La vida te llama al disfrute aunque estés ocupado, trabajar desde la pasión y no desde la obligación, a dar tu 100 % desde el amor, y luego a no hacer nada sino observar los resultados que siempre se corresponderán con tus acciones y con ese amor aunque de momento no los veas.  La vida probablemente no sea tan compleja, la complicamos nosotros, la llenamos de teorías, análisis y mediciones pero hoy te invito más bien a llenarla de amor, pasión y disfrute.

“Quizás te des cuenta algún día que la vida no exigía tanto de ti, tanto sacrificio, tanto cansancio. Tal vez solamente te pedía ser feliz.”

Liliana Castiglione
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