Carta al que pone la música duro en el trabajo

Querido compañero de trabajo que pone música a todo volumen en el espacio de trabajo que todos compartimos contigo:

Queremos darte las gracias por tu estrategia de motivación colectiva conformada por coaches de la talla de Marc Anthony, Bad Bunny y Los Cincuenta de Joselito. Esa buena vibra que buscas esparcir en todo momento realmente nos ha llegado bien adentro… (pero bien adentro del tímpano, al punto que ya no escuchamos ni cuando tocan el timbre en nuestras casas). 

Gracias a esto, ahora podemos enfocarnos en nuestras labores sin distracciones de ningún tipo. Antes, por ejemplo, no podía trabajar si los obreros de la municipalidad taladraban la calle. Ahora, gracias a ti, puedo trabajar no solo cuando ellos taladran. Sino cuando a la misma vez tú colocas cinco canciones seguidas con la voz de helio de Camilo. 

Es que, gracias a ti, he desarrollado una capacidad de tolerancia y resiliencia que nunca tuve. Antes, por ejemplo, me molestaba la gente que cantaba desafinado. Ahora, por ti, entiendo que cantar desafinado -mientras escuchas música- es necesario para que se te alineen los chacras y no nos estropees el resto del día.

Así mismo, en el pasado yo no podía concentrarme si alguien ponía música a todo volumen a mi lado. Ahora, gracias a que pones Arjona todo el día en el trabajo, hasta puedo conciliar el sueño esos jueves en la noche cuando a mi vecino le da por poner vallenato a todo volumen. 

¡Por favor!… Ojalá que nunca te dé por escuchar jazz, Beethoven o música zen para optimizar la concentración en el trabajo. ¡Con la que pones es más que suficiente! Es más… ojalá que una importante discoteca de Ibiza jamás se dé cuenta de tu talento y te contrate, alejándote de nosotros. Porque, gracias a ti, hemos entendido finalmente lo que es la motivación. Sí… la motivación para hacer una colecta en todos los departamentos a ver si te compramos unos audífonos.

Aunque, en caso de que no logremos recolectar el dinero para estos, no te preocupes. Ya tenemos varios planes para ayudarte. Les hemos hablado a varias transnacionales sobre tus grandes capacidades profesionales. ¡Empresas que pagan buenísimo, por cierto! Así que pendiente a tu teléfono que te van a estar llamando. Una es la biblioteca de Harvard, la otra es el convento de monjas de El Vaticano y la última, es la unidad de cuidados intensivos de una clínica en Dubai. Ambientes en los que estamos seguros te adaptarías fácilmente.

También hemos estado hablando con el dueño de la empresa para que se concientice con la situación que vivimos los trabajadores en la oficina. Sabemos que debes lidiar todos los días con el tráfico de la ciudad. Sabemos que estando en la calle, aumenta el riesgo de que puedas ser víctima de un atraco. Sabemos, además, que almorzar en la oficina recalentado la comida en el microondas es muy desagradable (y ni hablar de cómo aumentan los gastos si almuerzas en la calle). Por esta razón, ¿no has considerado volver al home office algunos días de la semana?

Créenos. Si aprueban ese cambio, entre todos te invitaremos a merendar torta con capuchino. Y para ver si te dan home office permanente, nos cercioraremos de que ese capuchino esté preparado con bastante leche, pero de magnesia.

Bueno, querido amigo, hasta aquí la carta. Ten en cuenta que todo es dicho con ese gran cariño que te tenemos. Ahora te dejo porque voy a reír… Voy a bailar… ♫ Vivir mi viiiiida… ¡La, la, la, la! ♫

Reuben Morales
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