Reevaluar la lucha
Mucho tiempo sin redactar unas líneas. En estos momentos tan duros que atraviesa nuestra querida Venezuela se hace hasta cuestionable sí continuar escribiendo para ser parte de las voces que denuncian lo que pasa y dejan prueba de ello desde su perspectiva o, si más bien, al igual que los demás, es mejor dejar todo atrás y cuando esto pase intentar echar el cuento. La diatriba concluyo en esto: retomar las líneas para continuar expresando lo que cada día más venezolanos sienten.
El desespero por la crisis y la situación del país. La agonía de los medicamentos, comida e insumos nos está consumiendo y, ver que día tras día el régimen totalitario se atornilla en el poder, el único poder público de nuestro lado parece ser más estéril con el pasar de los días y vemos como el sentido democrático que tenemos en nuestro ADN va desapareciendo como agua entre los dedos.
Muchas son las ganas de recuperar nuestro país y, a veces la reflexión te lleva a mirar al pasado, a recordar tu historia como medio de estudio y visualización de ejemplo a salidas similares, como evaluación a la consciencia y el accionar de la ciudadanía y, como parte de buscar el cordón que desencadeno todo esto. Tenemos claro que gran parte de la responsabilidad la tiene la antipolítica inyectada en la ciudadanía venezolana durante la democracia.
Mucho fue lo que se enseno en los planteles y en los hogares y todo iba infectado de discursos en contra de la política, la democracia y los actores políticos de la época. Además, se dejó a un lado la responsabilidad política de cada uno de los ciudadanos que hicieron vida en Venezuela en la época post perezjimenista y pre chavista.
Llega a Venezuela en medio de este estudio al pasado, a las malas y buenas prácticas políticas venezolanas, el escándalo por el estreno de una serie en toda Latinoamérica sobre la vida del ex presidente Hugo Chávez Frías -padre del totalitarismo venezolano- titulada “El Comandante”, que exceptúa a Venezuela por no saber las reacciones que pueda ocasionar la transmisión de dicha serie en el país, o, mejor dicho, en los personeros del totalitarismo.
Es impresionante el ver parte de esta serie, para ser exacto el primer capítulo y, evidenciar como la providencia misma permitió que Venezuela viviera el totalitarismo absurdo en el que estamos sumergidos hoy en día.
Quizá es exagerado el mencionar la providencia y más con el argumento que a esto le prosigue, pero, el Comandante Chávez en el golpe de Estado de 1992 en contra del presidente Carlos Andrés Pérez estuvo al borde de la muerte en más de seis oportunidades. Al menos las que la serie así muestra. Más increíble es entonces como la Academia militar están centradas en el descuido y la desobediencia pues fueron muchos capaces de anteponer un discurso político por encima de su propio juramento.
Ver escenas como estas, que más allá de estar impregnadas de ficción te muestran un lado atractivo de la historia, te demuestra lo débil que ha sido la ciudadanía venezolana, civil y militar y, te da un respaldo a la política que vez en pleno 2017. Un accionar aislado por parte de la oposición venezolana de la ciudadanía y una lucha sin querer luchar en contra del peor totalitarismo que Venezuela haya vivido.
El seguir con Nicolás Maduro al frente de este totalitarismo es absurdo. El que celebremos que la AN siga en pie a pesar de las pocas batallas que ha dado y el cero resultado que esto ha tenido nos lleva a esperar solamente la claridad que vendrá después de esta tormenta. Ahora: ¿Cuánto más durara la tormenta?
Sigamos entonces cultivando el alma y trabajando individual y colectivo para recuperar a Venezuela. Nuestro testimonio sin duda saca la desesperanza del hermano y lo suma a la lucha por el país que sigue viva hoy más que nunca.
“Pido para vosotros la gracia de la luz y de la fuerza Espiritual en el sufrimiento, para que no perdáis el valor, sino que descubráis individualmente el sentido del sufrimiento y podáis, con la oración y el sacrificio, aliviar a los demás”
San Juan Pablo II
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