El futuro esperanzador del Barça

Por Andrés Guerrero

@andresrguerrero

 

           

 

La semana pasada se hizo oficial el fichaje de Luis Enrique Martínez como director técnico del Barcelona. La contratación del exjugador inmediatamente después de haber perdido la Liga demuestra la desesperación que hay en Can Barça. De esta manera Gerardo Martino dejó de ser entrenador del club azulgrana; lo hizo yéndose por la puerta de atrás, justo después de finalizar el partido contra el Atlético de Madrid. El Tata sólo consiguió ganar la Supercopa de España en el mes de agosto, un título minúsculo y que sabe a poco o a nada para la afición culé.

           

Ahora un viejo conocido intentará devolverle el espíritu competitivo a la plantilla. Y es que a Luis Enrique se le vio muy entusiasmado en su presentación como director técnico. El asturiano ha prometido, entre otras cosas, un equipo atacante y con ideas futbolísticas atractivas. Es decir, volver a jugar como aquel Barcelona campeón de Champions y de Ligas. Recuperar el ADN blaugrana y todo ese montón de teorías románticas -pero efectivas- inoculadas por Pep Guardiola. «Necesitamos ir todos juntos de la mano y ser muy exigentes; este año habrá cambios y se tocarán posiciones», afirmó Luis en su rueda de prensa. Este verano se irán jugadores, regresarán otros y llegarán nuevos. De momento ha llegado el portero alemán ter Stegen y se ha anunciado la salida de José Manuel Pinto. Así como también las incorporaciones de Gerard Deulofeu y Rafinha Alcántara.

           

Esta vez el Barcelona vuelve a apostar por alguien de la casa y con una formación futbolística muy parecida a la de Guardiola, de quien se guardan muy buenos recuerdos. Por lo tanto, el futuro inmediato parece esperanzador. Aun así, no creo conveniente la comparación con el ahora técnico del Bayern. Sobre todo por respeto a Luis Enrique y a su equipo técnico, quienes a partir de ahora comenzarán a escribir un nuevo capítulo en la historia del Barcelona.