El bueno y el malo

Por Andrés Guerrero

@andresrguerrero

 

 

 

escrito el viernes, 27 de junio de 2014

 

La selección de Argentina sería otra sin Lionel Messi. Sin él la albiceleste simplemente no es. No existe. Cuatro goles en tres partidos han metido a su país a los octavos de final del Mundial. Él es el único jugador que sin estar al 100% puede llevar a Argentina a levantar la copa del mundo el próximo 13 de Julio en Maracaná.

 

Messi ha sido el bueno de su selección y el bueno del Mundial. Ha sorprendido a propios y extraños con semejante arranque durante los tres primeros partidos del grupo F. Atrás volvió a dejar las dudas y los «peros» de su rendimiento luego de su temporada en el Barcelona. Y sí, es cierto que Messi no está a tope, pero tan solo un destello suyo es suficiente para hacer la diferencia.

 

Por otro lado Luis Suárez ha sido el malo de su selección y el malo en lo que va de Mundial. Malo no por calidad sino por equivocarse mordiendo a su rival. Malo porque se pierde el Mundial y malo porque deja tocado a Uruguay, que a partir ahora tendrá que jugarse la vida sin él.

 

El jueves pasado se dio a conocer la sanción de Suárez por su agresión al defensa italiano Giorgio Chiellini: 9 partidos con la selección uruguaya y 4 meses inhabilitado de cualquier actividad relacionada al fútbol. La Comisión de Disciplina de la FIFA castigó duramente a Suárez, quien tampoco podrá entrar a un estadio mientras cumple su sanción y deberá pagar una multa de 82.000 euros.

 

La decisión, justa o no, es la que hay. Además, no es la primera vez que Suárez es sancionado por este tipo de conductas, en 2013 el uruguayo mordió al serbio Ivanovic en un juego de la Premier League (aquella ocasión le costó 10 partidos de suspención). En 2010, cuando jugaba para el Ajax, también agredió a un rival de forma similar y fue expulsado durante siete encuentros.

 

Y aunque quieran restarle importancia y defender lo indefendible, ni Maradona ni el presidente Pepe Mujica pudieron tapar la tontería de Suárez. Ni campaña de desprestigio ni teorías de conspiración. Lo que hizo la FIFA fue sancionar una conducta antideportiva y eso se aplaude. Una cosa es discutir si la sanción es excesiva o no y otra es defender el salvajismo dentro de una cancha de fútbol ¡Ojo con eso!