Evo no halla qué hacer
El bolivarianismo como corriente política suramericana tuvo otro traspiés importante en la región, la negativa del pueblo boliviano a la propuesta de reelección por parte del presidente Evo Morales, da a entender el descontento del pueblo con un gobierno que aunque se caracteriza por ser el “protector” de las clases bajas y los desprotegidos, se ha visto inmerso en una gran cantidad de procesos de corrupción e irregularidades.
El tema de la corrupción parece ser un factor determinante dentro de este tipo de gobiernos, en Bolivia hasta la misma ex pareja de Evo Morales se ha visto inmiscuida en un presunto tráfico de influencias y usurpación de funciones. Muy parecido a los casos de tráfico de drogas en lo que se ha visto afectada la familia de Cilia Flores; primera dama del Presidente venezolano, y ni hablar del tema de fraude monetario en el que se sospecha que Cristina Kirchner indicó la venta de unas divisas a bajo costo por parte del Banco Central.
El desgaste del poder y del discurso también fue otro factor que afectó el resultado del referéndum, más de diez años diciendo lo mismo y ofertando las mismas soluciones cansaron el oído de los bolivianos, que a pesar de los embates y la doctrina del miedo, supieron interpretar la mala situación en la que se encuentra el país y aprovecharon para decir que no es conveniente que ese modelo desgastado siga en el dominio del poder.
El “No” expresado por los ciudadanos apaleará con fuertes repercusiones en la política interna de Bolivia, el presidente Morales habló de una posible restricción a las redes sociales, luego de haberse aplicado una “guerra sucia” en su contra a través de dichos medios. Esto limita aún más la libertad de expresión dentro de la nación, que a su vez es como ponerse la soga en el cuello, dado que generaría más descontento en una población que en su mayoría ya no simpatiza con su propuesta.
Posible sucesor
Es hora de que el gobierno y su partido empiecen a buscar un posible sucesor, un perfil aceptable sería el canciller David Choquehuanca, que además de ser ministro del gobierno de Evo Morales en sus tres mandatos presidenciales, está muy ligado al campesinado indígena.
Otro personaje predominante es el ministro de finanza Luis Alberto Arce, un economista de alto reconocimiento en la región. La hija de Evo Morales también ha sido propuesta por las organizaciones sociales.
Dentro de las posibilidades legales está que el vicepresidente de Bolivia, García Linera se postule como presidente y Evo pueda tomar la vicepresidencia de la República. Sin embargo es difícil ver a Morales en el puesto de la vicepresidencia, nada más por el simple capricho de seguir en el poder, además García Linera no cuenta con la simpatía de la mayoría del pueblo boliviano.
Del otro lado
La oposición aunque no cuenta con un liderazgo claro, dado que en su mayoría son políticos tradicionales, tiene la gran tarea de crear una nueva alternativa creíble y diferente a lo establecido por el oficialismo. Los nombres más sonados dentro del campo opositor son: Carlos Meza, Rubén Costas, Luis Revilla, Jorge Quiroga y Samuel Dorian Medina; este último resultó segundo en las últimas elecciones presidenciales de Bolivia.
La derecha debe elegir a un líder que se ponga a la cabeza de esta alternativa, uno de los antes mencionados puede ser el próximo candidato opositor, incluso se puede optar por el surgimiento de un nuevo dirigente con el que la población boliviana se vea aún más identificada, dado que la falta de identificación con un proyecto es lo que más le preocupa al bando opositor.
La tarea de Evo será limpiar la imagen del gobierno en lo que le queda de gestión y reestructurar un discurso creíble para volver recuperar los simpatizantes que perdió, una tarea nada fácil para la actual coyuntura que enfrenta. Los escándalos por corrupción y las fallas que atañen su gestión seguirán estando en la palestra pública, eso es tan dificil como nadar con la corriente en contra.
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