Un guayoyo con guayabo

Por Paola Méndez García

@AP_MG

 

 

 

Últimamente he leído varias cartas dirigidas a Venezuela, le dan el papel de una mujer maltratada que soporta los abusos de su esposo injusto por miedo a un cambio. Le reclaman con tristeza, la llaman a la introspección y le escriben frases dignas de algún terapeuta. Yo, en cambio, quiero intentar algo nuevo: escribirle a usted que está tan o más confundido que yo.

 

Me tomo el atrevimiento de sacar una frase del baúl de los clichés: “Si todos colocásemos un granito de arena”. Trillado, pero cierto. Estoy cansada de escuchar que todo lo que está mal es total y absoluta responsabilidad de quienes nos gobiernan, no somos capaces de reconocer nuestros propios errores como ciudadanos.

 

¿Que a qué me refiero? Simple, al día a día. Nos quejamos del tráfico, pero no manejamos con conciencia. Criticamos la corrupción, pero estamos pendientes de una “palanca” para que nos ayude con cualquier trámite. Si cometemos alguna infracción, ofrecemos al policía “algo pa’ el café”. Si alguien da los buenos días al subir a un ascensor -con toda seguridad- nadie responderá. Ejemplos como estos son infinitos. ¿Se da cuenta que ese esposo abusivo es usted, y yo, y todos los que hacemos vida en el país? Es triste, lo sé.

 

Ya basta de esperar que otro resuelva las cosas por nosotros. Ya basta de creer en falsos mesías. Ya basta de ser parte del problema y no de la solución. Ya basta de creer que somos mejores que los demás. Es momento de reflexionar, hemos cometido errores y no hemos aprendido de ellos, pero a ver… Sepa usted que nunca es tarde para aprender.

 

Últimamente me cuesta ser optimista, hay días en los que no veo la salida. Estoy exhausta de esperar, y esperar, y esperar… He esperado tanto que ya no sé qué esperar, sin embargo, si quiero ver avances, comenzaré por no ser egoísta. Pensaré en usted, lucharé por usted, creeré en usted. ¿Por qué no tomar el país en nuestras manos y comenzar a realizar pequeños cambios?

 

Me encuentro decepcionada, triste, apenada –como usted y muchísimos más-. Mi intención no es regañarlo ni juzgarlo, pero piense que mañana es un buen día para ser un mejor venezolano.

 

(Visited 82 times, 1 visits today)

Guayoyo en Letras