¿HOLLYWOOD PERDIÓ LA INSPIRACIÓN?

Por Daniel Paspirgelis

@Paspirgelis24

 

 

Cantidad no es lo mismo que calidad, pues ciertamente no ha pasado desapercibido para el público, en especial para la audiencia joven, que en los últimos años las producciones cinematográficas de Estados Unidos han disminuido sus historias originales, para darle el paso a las secuelas, las precuelas, y los remakes de otros filmes.

Películas como «The Godfather», «Back to the future» y «Star Wars» fueron pioneras en el cine comercial con grandes recaudaciones, lo que puso a Hollywood en la mira del mundo. Las grandes productoras vieron una oportunidad de volver a levantarse y, aún más, enriquecerse a partir de estos nuevos filmes “de moda” que maravillaban al público. La filosofía “si una película es buena, dos serán mejores” comenzó a escucharse, y secuelas y precuelas comenzaron a filmarse, tales como «Volver al futuro 2» o toda la saga de «La Guerra de las Galaxias». Se encontró una formula millonaria en esto.

En los últimos años, esa misma fórmula se emplea aún en las grandes producciones del cine estadounidense,  aparte de la constante producción de “refritos” y las adaptaciones de novelas. Ejemplos recientes los podemos ver en los largometrajes producidos por «Marvel», historietas animadas de gran éxito y que hoy nos atrapan con las increíbles hazañas de sus innumerables héroes,  ‘The Girl with The Dragon Tattoo’, la adaptación americana de la exitosa película sueca ‘Los Hombres que no Amaban a las Mujeres’; la adaptación de la telenovela ‘Dark Shadows’ a un filme homónimo, y hasta «Drácula»  basada en la novela de Bram Stoker, filme que se ha exprimido de cualquier clase de adaptación o versión.

Son pocos los directores de cine que se atreven a ofrecer historias originales, muchas veces contra los grandes estudios, enfocados netamente en otro tipo de proyectos. Cineastas como Quentin Tarantino, David Lynch o Harmony Korine son el ejemplo más notable de la falta de apoyo de las macro productoras para películas más originales, por considerarlas riesgosas o no comerciales.

Esto se debe también a que la audiencia se ha vuelto conformista y simple y no pide ver cine más original; mientras esto suceda, es probable que Hollywood continúe con la producción de películas de ese tipo, sencillas pero redituables, sin un guión muy complicado, y lo que es aún más, simplemente sacadas de otras películas que ya triunfaron en su momento.