Sincerar (en serio) el precio de la gasolina

Por Nakary Molina

@Naky_molina

 

 

 

El subsidio es tan dañino como el embargo

 

130 países (aproximadamente) producen petróleo en todo el mundo, según los datos de la US Energy Information Administration. De todos ellos es Venezuela quien se sitúa como el territorio con la gasolina más barata; Tan sólo Bs 0,097 por litro.

 

A la vida no le falta ironía y es que no es una estadística que nos posicione como una nación desarrollada o que beneficie a sus ciudadanos. Por el contrario, que el combustible tenga un costo tan bajo para sus consumidores es perjudicial para todo el sistema económico de país, puesto que, el Gobierno subsidia gran parte del valor que representa producir e incluso vender gasolina. Los cálculos oficiales resultan en una pérdida de US$ 12.500 millones al año por el subsidio al producto. Esto se transforma entonces en que NO es barata la gasolina venezolana, sino que el gobierno saca de su bolsillo la mitad del costo.

 

¿Y por qué no es bueno que los consumidores puedan adquirirla a un precio tan bajo? Allí entramos en un terreno un tanto más complicado. Verán, estamos tan acostumbrados a vociferar que “nosotros producimos gasolina por montón y el descaro fuese que nos la vendieran cara” que cerramos los ojos ante la realidad de que el crudo que se produce en nuestro país es bastante pesado y que procesarlo resulta un gasto igual de pesado, por lo que adquirirla debería considerar un desembolso mayor a la penuria de Bs.4 por llenar un tanque.

 

Durante los últimos 15 años el Gobierno Bolivariano, mantuvo felices a sus fieles seguidores populistas al “regalarles” la gasolina. Haciéndoles un daño que a mi parecer resultó contraproducente para ellos, debido a que, ahora se ven en la obligación imperante de aumentar el costo del combustible en consecuencia a que el país se encuentra en un declive económico que necesitará de esos US$ 12.500 millones al año para encaminarse a la recuperación. No obstante, para el Presidente Nicolás Maduro, anunciar el aumento se convertiría en una proeza que ni el fallecido Hugo Chávez habría intentado, porque, si algo es cierto es que uno de los principales detonantes del Caracazo en el año 1989 fue precisamente el incremento de este rubro.

 

Actualmente, el Gobierno está preparando a los ciudadanos frente al necesario acrecentamiento, a través de una campaña con spots televisivos y anuncios en el periódico en donde se explica que “en Venezuela la gasolina vale 35 veces menos de lo que cuesta producirla».

 

A finales del pasado 2014 se publicó que; El 53 % de la población venezolana manifestó estar de acuerdo con el cese del subsidio a la gasolina por parte del Estado y el ajuste a los precios del combustible, según el estudio Monitor País de la encuestadora Hinterlaces. Ahora bien, seguramente el 100% y no solo ese 54% de los venezolanos, estarían de acuerdo en que el aumento no se convierta en un suvenir para naciones aliadas, ya que, de ser así quedaría claro que este gobierno esperó 15 años para tomar la decisión porque se le acabó el presupuesto para dar regalos y ahora necesita más.

 

El asunto no es decirle al pueblo que le subirás unos bolívares más, o que antes se la estabas regalando, el asunto es explicarle que a lo largo de estos años se ha desperdiciado una vertiente considerable de dinero.

 

En definitiva, el aumento es ineludible. Destinar esos nuevos ingresos a la mejora y producción de todas de las deficiencias actuales que vivimos, es inapelable. Y sincerarse con los ciudadanos respecto a cuánto pagan por la gasolina, por qué, y qué porcentaje de la misma deberíamos consumir es indispensable, pues los venezolanos consumen el combustible como si fuésemos un país rico en crudo (618 mil barriles diarios según las últimas cifras de la Memoria y Cuenta del Ministerio de Petróleo y Minería en 2013.) Y la realidad es que somos un país que FUE rico en crudo, y que ahora está estancado económicamente por no haberlo valorado.

 

Calidad de vida no es coexistir en un país en donde se paga barato porqué el gobierno te subsidia, calidad de vida sería habitar en una Venezuela tan desarrollada que cada ciudadano tenga como pagar el precio entero de lo que necesita.