Sobre el Segundo Seminario de Música para Cine

Por Laura Andreina Rodríguez

@IsLarv

larodriguez@guayoyoenleras.com

 

 

 

Tras una exitosa primera edición, se llevó a cabo el Segundo Seminario de Música Para Cine a cargo de la Cátedra de Cine de la Escuela de Comunicación Social de la Universidad Central de Venezuela (ECS-UCV), la Fundación Audiovisual Fácil y aliados comerciales como Movistar.

 

El Centro Cultural Chacao fue el escenario seleccionado para efectuar la edición caraqueña de este evento didáctico y de gran valor en la materia, dado a que muy poco se habla y profundiza sobre la importancia de la música en el cine.

 

Los asistentes, entre estudiantes de Comunicación Social y Artes, músicos de la nueva escena musical caraqueña como Alessandra Abate y Fernando Bosh de la Pagana Trinidad, Nicolás Boada de Calle Santiago y Miguelángel Vásquez de Pegaso, y otros de interesados en el tema, pudieron disfrutar de las ponencias de personajes de larga trayectoria en la escena cinematográfica, musical y artística del país: Román Chalbaud, Federico Ruíz, Leonel Salazar, Juan Francisco Sans, Mario Nazoa, Rafael Marziano y Gregory Antonetti.

 

Chalbaud fue el primero en tomar la palabra junto al músico predilecto de sus obras más icónicas: Federico Ruíz. Entre anécdotas de una complicidad que sólo una amistad de larga data puede generar, hablaron sobre las piezas más recordadas del reconocido dramaturgo, entre ellas: Manon y La Oveja Negra. Ruíz confesó sentir una gran angustia a la hora de recibir las imágenes de las películas sobre las que debía idear las melodías que harían que el espectador pudiera captar la intención que Chalbaud quería generar con ellas. Con algunos ejemplos, explicó cómo se inspiró para idear la música que lo llevó a ganar el respeto y cariño del reconocido cineasta.

 

A modo de cierre, Chalbaud instó a los jóvenes que aspiran a hacer vida en la escena cinematográfica del país a no quedarse con los filmes de Hollywood que, aunque maravillosos, muchos aspiran netamente a entretener frente a productos fílmicos de procedencia asiática y europea, e incluso latinoamericana, de alta significación social y cultural. Además, reveló que todo creador alguna vez se ha arrepentido de alguna obra, en su caso, “Bodas de Papel”, proyecto para televisión que surgió como encargo pero que, entre risas, confesó haberlo hecho con dignidad: “todo debe hacerse con dignidad, hasta los pecados”, concluyó.

 

Por otro lado, Haydeé Chavero, una de las organizadoras del seminario y jefa de la cátedra de Cine de la ECS-UCV, dejó abierta la invitación a asistir a la Videoteca Margot Benacerraf que se encuentra en el recinto universitario del cual forma parte. Comentó que la videoteca cuenta con materiales fílmicos de renombre y larga data, al mismo tiempo que explicó que las visitas se estaban organizando en grupo y que la manera de formar parte de ello era contactarla por su e-mail chaverito2012@gmail.com.

 

Leonel Salazar, abogado, profesor de Derecho de la UCV y Consultor de Propiedad Intelectual, fue el encargado de instruir al público en materia legal en cuanto a la protección de la obra cinematográfica. Con la ponencia dejó claros puntos importantes como la diferencia entre el Copyright y derecho de autor. Del mismo modo, explicó sobre la importancia de patentar una obra y que esta es una actividad que sólo puede hacer una persona natural.

 

Luego de una corta pausa, Juan Francisco Sans, ex Director de la Escuela de Artes de la UCV, fue el encargado de volver a animar a la audiencia. En esta oportunidad, expuso, de manera acertada y en todo jocoso, el valor añadido que da el texto, el lenguaje y, por supuesto, la música. Ejemplos hechos en sus clases representaron que estos aspectos auditivos y visuales pueden generar una realidad distinta.

 

El siguiente en presentarse fue Mario Nazoa, sonidista de importante trayectoria en el país, quien insistió en que el sonidista no es responsable de hacer actos de magia. Esto en relación al hecho de que, a veces, en las producciones, poco prestan atención a los requerimientos del sonidista y aún así se le demanda un trabajo impecable. Habló sobre la existencia de una “generación de silicón” con “actores cara bonita” que no se preocupan por trabajar la voz y con los cuales ha tenido que incluso aplicar terapias de voz. “Hasta terapista me ha tocado ser”, señaló entre risas.

 

Nazoa también manifestó que muchas veces no se le toma en cuenta al sonidista en la selección de las locaciones ni en otros temas de suma importancia para ellos, dado a que necesitan estar en contacto con todos los departamentos del proyecto para preveer cualquier situación adversa a la buena reproducción del sonido. También denunció que en el país hay muy pocos lugares en los cuales especializarse en esta área porque la atención suele concentrarse en el campo visual y gráfico. Sin embargo, comentó que sólo investigando y viendo material cinematográfico se puede ser mejor en el área.

 

A continuación, tomó la palabra el profesor de la Escuela de Artes de la UCV: Rafael Marziano. Su discurso se centró en la importancia de la sencillez para dar un mensaje claro y entendible por la audiencia. “Todos hemos oído hablar de un monólogo y de un diálogo, pero jamás de un triálogo, ya eso sería un bululú”, comentó. Reflexionó sobre el hecho de no confundir a la audiencia con muchos componentes que suelen significar muchas cosas y, por ende, deja de significar, pendiendo sentido.

 

Por otro lado, Gregory Antonetti, arreglista, productor y músico, hizo énfasis en que la música debe ejecutarse en función de un solo objetivo: el filme. Se encargó, además, de mostrarle a los presentes los diferentes usos del sonido. Casablanca fue el ejemplo ideal para mostrar que la música puede contar y rememorar algo dentro de la pieza, puede mostrar la subjetividad del realizador y puede estar dentro o fuera de la acción principal de la escena.

 

Explicó el fenómeno del mickey mausing, cuya función es narrativa. Resaltó que no toda música para el cine puede ser sinfónica, que con menor cantidad de instrumentos se puede lograr un producto de alta calidad y significativo para el producto audiovisual. De vuelta a las funciones de la música dentro de un film, señaló que puede contextualizar al espectador en un tiempo, zona, cultura o etnia, además de tener un valor estético para agradar o desagradar al público.

 

Este evento forma parte preliminar de la convocatoria para la Sexta Edición del Concurso de Cine Documental, Caracas Filminuto, a realizarse el año entrante. Ambas iniciativas se desarrollan en un escenario de creciente producción cinematográfica nacional, en el que cada vez son más necesarios eventos de este tipo para incentivar a la juventud que aspira a formarse en el campo audiovisual.

 

En esta oportunidad, el seminario tendrá una segunda edición en la ciudad de Mérida. El auditorio del Centro Cultural César Rengifo será el encargado de recibir a los merideños interesados en el tópico, el día 26 de junio. La modalidad será la misma que en la primera edición, los futuros espectadores deberán inscribirse llenando la planilla anexada debajo y enviándola a la dirección de correo caracasfilminuto@gmail.com.

 

Para más información:

www.caracasfilminuto.com.ve

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