Juana de Arco: La patrona de Francia

Por Orianna Robles 

@Sra_Chiguira

 

 

 

A lo largo de la historia, han existido casos de mujeres excepcionales, tales como Marie Curie o Anne Frank. Otras, un poco más lejanas suelen ser confundidas con leyendas, y sus historias se mezclan con los atributos que les dan las personas dedicadas a contar sus hazañas (la guerrera china Hua Mulán, la princesa Powhatan Pocahontas, o la reina de los icenos, Boudica). Pero hay una historia en particular que, aunque podría considerarse un cuento de fantasía, hoy en día, forma parte de la historia de Francia: Juana de Arco.

 

La historia de esta joven es tan fascinante, que dentro de la literatura nacional, Arturo Uslar Pietri le dedicó unas humildes páginas, así como también, una pequeña biografía para que nosotros, humildes lectores, tuviésemos una idea de su legado.

 

“Uno de los hechos más extraordinarios e increíbles de la historia universal es, sin lugar a dudas, la actuación de Juana de Arco en Francia. Si no hubiera toda la documentación histórica de que disponemos, su existencia nos parecería por completo una leyenda, un mito de los muchos que ha inventado el hombre; y en verdad, lo que ocurre con esta mujer excede los que pudiéramos llamar los parámetros de las causas y los efectos de las acciones humanas” (Página 5)

 

Es con estas palabras que empieza su libro Juana de Arco, publicado en el año 2003, por Los Libros de El Nacional, y el mismo está compuesto por apenas treinta páginas, en las cuales se condensa de una manera genial la vida y obra de la doncella francesa; el contexto sociopolítico que se vivía en Francia e Inglaterra (que para ese momento se encontraban en guerra) y una buena cantidad de material visual que ilustra al lector sobre la historia en sí.

 

Una de sus mayores ventajas, es que la manera en que está escrito y estructurado, le permite narrar de forma general los episodios más importantes de la vida de esta joven. En mi opinión, es una pieza que puede ser leída por grandes y chicos, que no tiene ningún desperdicio.

 

Pero ¿Qué tiene ésta doncella que, hasta Uslar se vio motivado a dedicarle una obra como esta?

 

En primer lugar, Juana de Arco puede ser considerada una figura de superación, ya que, cuando su carrera comenzó, solo contaba con diecisiete años de edad y era una joven campesina con muy poca educación (por no decir que era analfabeta). Aún así, ya fuera la suerte, el destino o la intervención divina, logró cumplir la misión que Dios le había asignado: coronar al Delfín Carlos VII, único y legítimo rey de Francia,

 

En segundo lugar, Juana es un ejemplo de convicción, pues en un principio se vio motivada por sus propias visiones religiosas (San Miguel Arcángel, Santa Catalina de Alejandría y Santa Margarita de Antioquía) a cumplir una misión que en su contexto, y dada su condición de mujer campesina, era totalmente absurda: no sólo era una completa inexperta en tácticas militares, sino que además, el poder que tenían los ingleses era mucho mayor que el de sus compatriotas franceses.

 

Así mismo, una vez que fue abandonada por su propio rey y dejada en manos del enemigo, Juana se mantuvo firme en sus creencias, en su testimonio de los hechos y en cuáles fueron sus motivaciones, lo que trajo como consecuencia que la acusaran de herejía, encontrándola culpable y siendo condenada a morir en la hoguera en el año 1431.

 

A pesar de como transcurrieron los hechos, una vez que los ingleses son expulsados del territorio francés, se inicia una campaña para reivindicar la imagen de Juana de Arco, pues la misma ya se había vuelto parte del sentir popular en Francia, y su leyenda permaneció incluso después de su muerte. Pero no fue sino hasta el año 1920, que la Iglesia Católica la canonizó, convirtiéndose así en Santa Juana de Arco, patrona de toda Francia.

 

La historia de ésta joven humilde, nacida en Domrémy es uno de los episodios extraordinarios que forman parte de la historia de la humanidad. Juana de Arco, joven guerrera, virgen, devota servidora de Dios y mártir, es un ejemplo de las virtudes más valiosas que aspiran los seres humanos, virtudes que suelen ser atribuidas a los héroes de los cantos épicos. Juana de Arco, una joven doncella que a través de la fe y la constancia, llegó a convertirse en la protectora de toda una nación.

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