El Apollo 3500 GT es una efímera belleza olvidada

Muchos de ustedes quizás no conocen este carro, aún así fue uno de los carros protagonistas de la película ¨Cupido Motorizado¨ o en Ingles ¨The Love Bug¨. Si no recuerdan el carro les ayudaré a identificarlo: El carro amarillo con negro que rivaliza a Herbie en las carreras, lo llamaban el ¨Thorndyke Special¨ de Peter Thorndyke, quien en la película se presenta como creador del automóvil. En ese momento pocos sabían qué carro era y todavía hoy pocos saben que ese carro no es un Thorndyke Special y no lo hizo Peter Thorndyke, el carro realmente es un Apollo 3500GT y fue hecho por Milt Brown y Ron Plescia.

El famoso “Thorndyke Special” de la película “Cupido Motorizado” o en Ingles “The Love Bug”.

2 amigos

La historia comienza en loa años de universidad de Brown, un entusiasta del automóvil del norte de California, con una increíble habilidad para la mecánica. Desde joven Brown siempre tuvo el deseo de producir un automóvil de Gran Turismo que compitiera con carros de la talla de Aston Martin, Jaguar o Ferrari.

Brown tenía un amigo llamado Ron Plescia, a quien conoció en lo últimos años de la secundaria, ninguno tenía carros veloces, Brown tenía un MG TD y Plescia tenía un Crosley, aún así ambos compartían su encanto por los automóviles poderosos de Gran Turismo y ambos trabajaron juntos en proyectos individuales como reparar o modificar sus carros y eventualmente ayudaría a Brown a crear el 1er automóvil de Formula Junior de E.E.U.U. eventualmente ambos se separan, Brown temina sus estudios en la Universidad de Berkley y viaja a Europa para buscar trabajo y de hecho termina trabajando en el equipo de carreras Emeryson.

El sueño posible

Durante sus años de trabajo en Europa, va a varias carreras de automovilismo, durante el G.P. de Mónaco, Brown conoce a Frank Reisner, de origen húngaro, Reisner había fundado el taller carrocero Intermeccanica, un taller con sede en Italia, que preparaba carrocerías para diversos vehículos europeos, así como carrocerías para Kit cars. Esto encantó a Brown, quien de inmediato le propuso a Freinser un plan de trabajo en el que él desarrollaría motor y chasis, mientras que Intermeccanica construiría las carrocerías y las enviaría a Estados Unidos para ensamblaje final.

Ahora bien, recuerdan a Plescia? Bueno, él se graduó en la Escuela Central de Arte, de los Angeles. Tan pronto Brown cerró el acuerdo con Freisner, regresó a los Estados Unidos y se puso de nuevo en contacto con Plescia para invitarle a formar parte del nuevo proyecto, ofreciéndole el puesto de Jefe de Diseño del proyecto, que todavía no tiene nombre. Otra cosa que hizo fue buscarse un socio capitalista, alguien que hiciera la inversión grande de materializar éste automóvil, con éste fin contactó a otro de sus amigos de infancia, Newton Davis, a quien Brown le propuso financiar el proyecto con interesantes cantidades de dinero en retorno con un proyecto que ¨prometía¨ nada más que éxitos, Davis, encantado con la idea de Brown aceptó participar en el proyecto como inversionista. Es así como Brown funda en conjunto con Plescia y Davis la International Motor Cars.

1er prototipo del carro, mayo de 1962.

Manos a la obra

Ya con el dinero disponible para trabajar en el nuevo proyecto, Bropwn y Davis comienzan a trabajar, cada quien en su área, Brown comenzó a trabajar en el aspecto mecánico, por fortuna para él, en 1961 Buick presentaba un nuevo motor, un V8 215 de 3.5 lts, un motor con bloque y cabezas de cilindros de aluminio y que era capaz de entregar uno 159hp.

Casi toda la parte mecánica era de Buick y todo era de GM y el chasis estaba diseñado para usar estas piezas y partes, de hecho la dirección y toda la suspensión delantera se tomaba del Buick Special Senior Compact de 1961. Los frenos venían de Chevrolet, y la caja Borg Warner T-10 automática era la misma que usaba el Chevrolet Corvette.

Mientras tanto Plescia trabajaba en el diseño de la carrocería, sus principales fuentes de inspiración fueron el Jaguar Tipo E, que había debutado unos meses antes de que ellos comenzaran a trabajar en el automóvil y el Ferrari GT California Spyder, ya que Plescia era un especial entusiasta del trabajo de Ferrari.

Se comenzó a trabajar en el 1er prototipo en mayo de 1962 y para octubre de ese mismo año ya estaba listo. Brown envió los planos del nuevo automóvil a Intermeccanica, quien a su vez contrató los servicios de Franco Scalglione, el mismo creador del Alfa Romeo BAT, la idea era que Scaglione revisara los planos e hiciera los retoques estéticos que fueran necesarios y algunos si lo eran: Por ejemplo, la carrocería era de aluminio, por lo que en teoría era más ligera, sin embargo estaba compuesta por demasiadas piezas y partes, Scaglione sugirió que se usara una carrocería de acero, pero reduciendo la cantidad de piezas, de esa forma el carro sería más ligero y de hecho lo fue: 90 kilos más ligero que el prototipo inicial. Otros toques especiales de Scaglione fueron el seleccionar los rines de rayo “Borani” más lujosos que los rines de rayo Dunlop que venían como estándar, además de ampliar el vidrio trasero para mayor visibilidad y colocarle 2 ventanas laterales traseras adicionales.

Prototipo final del Apollo 3500 GT previo a los retoques de Scaglione.

De prototipo a carro de calle

Ya estaba todo listo, salvo por una sola cosa: El nombre. La esposa de Brown había sugerido que se llamara Apollo, por la deidad griega, luego de darle vueltas a la idea, decidió que el carro debutaría en agosto de 1962 con el nombre Apollo 3500 GT, luego fue presentado a la prensa, de hecho fue reseñado primero por la revista Automotive News en la edición de fecha 1ero de octubre de 1962. Luego de San Francisco, fué exhibido en Hollywood, en donde si recibió bastante atención, de hecho, un caballero llamado Phil Hall, quien era duelo del concesionario de Buick en esa localidad hizo un pedido por los 25 ejemplares que representaban el 1er año de producción del automóvil.

Apollo 3500GT en su versión definitiva.

Driver lo llamó “un genuino carro deportivo”, la corredora de carros, escritora y periodista automotriz Denise McClaugagge hizo una reseña en la revista Science and Mechanic, en el que demostró tanto encanto con el carro como para ponerlo en la misma mesa con Ferrari, el Corvette Stingray o el Aston Martin DB4. Road And Track no dudó en alabar al automóvil en otra reseña en 1963, en el que resaltaba su estilo, su diseño y sus acabados. Más “piropos” le llegarían al Apollo con una versión convertible presentada en 1963, obra de Sclaglione.

El performance fue también resaltado por la prensa, uno de los Apollo fue probado en noviembre de 1963 por la revista Road And Track. Las pruebas demostraron que la combinación mecánica de motor y caja permitía al carro alcanzar los 240km/h, una aceleración de 0-50 km/h en 2.8 seg., una aceleración de 0-100 en 8.9 seg.y una aceleración de 0-160 en 27 segundos.

Todo arrancó bien, pero…

Los problemas comenzaron a generarse desde un principio, el primer problema era más o menos previsible y para nada severo, pero no era algo positivo. Una vez que el Apollo comenzó a brillar se tornó incómodo para Detroit, cuyo único digno representante en ese mundo era el Corvette y la incomodidad se tornó notable: Unas líneas atrás mencioné al Sr. Phill Hall, dueño del concesionario Buick de Hollywood que había comprado los 25 Apollo 3500 GT, bueno, éste caballero decidió poner los Apollo a la venta en su concesionario, a los días recibió un memorándum con un mensaje bastante claro y que como decía Vitto Corleone, era “una propuesta que no podría rechazar”: El memo simplemente decía: “O deja de vender carros Apollo o deja de vender carros Buick”. Eso espantaba la idea de que otros concesionarios compraran los Apollo para revender, porque al no poder exhibirlos en sus concesionarios, re-venderlos sería más difícil.

La prensa estaba encantada con los acabados exquisitos del carro, se equiparaba con un Ferrari o un Jaguar.

Otro de los problemas fue que el éxito del carro fue tal que la llegó un momento en que la demanda sobrepasó la oferta. Brown tuvo que presionar a Intermeccanica para que apurara el paso con la producción, en respuesta, el carrocero italiano comenzó a enviar carrocerías a International que no habían sido vendidas, eso generó otro problema más, como Brown no tenía la capacidad en instalaciones para manejar inventario, más y más carros se quedaban “fríos”, sin venta y se acumulaban en instalaciones que no estaban adecuadas para este escenario, por lo que ahora había que apurar el paso con las ventas.

Para bien o para mal, en éste momento entra en escena un habilidoso vendedor de carros, un caballero llamado George Fineley, quien tenía unas destrezas de vendedor tan notables como para que el ritmo de ventas pasara de 6 carros en 6 meses a 33 carros en un solo año, además de firmar concesiones de ventas con 7 agencias comerciales, repito, en 1 año.

El fin de IMC y el Apollo GT

Los problemas anteriores fueron solventados poco a poco, pero había otro problema mucho más severo y de no tan fácil solución…Sumado a todo lo anterior, tenemos que ni Brown ni su socio capitalista Newton Davis hicieron algún cálculo o una estructura de ganancias y pérdidas y al revisar bien los números, se dieron cuenta de que International Motor Cars perdía dinero con cada carro construido. Al no analizar correctamente los costos, vendieron un carro en 6.000 US$, demasiado barato si tomamos en cuenta que un estudio posterior reveló que 10.000 US$ podía ser un buen precio de venta, lo que es peor es que al ver que ganaban dinero con 2 carros, decidieron aumentar la producción sin tomar en cuenta los números, de esa forma, las ganancias se convirtieron en pérdidas. Eventualmente el carro aumentó de precio pero ya el daño estaba hecho, para recuperarse de los números rojos, la empresa necesitaba 100.000 US$.

Versión convertible del Apollo, diseñada por Scaglione.

Por si Brown no tenía suficientes problemas, Intermeccanica estaba reclamando que se le pagara una cantidad de dinero que International Motor Cars le debía, esto obligó a Brown a parar la producción en 1964 y buscar un nuevo inversionista. Fred Ricketts, era propietario de Vanguard Industries, una corporación con sede en Texas, Ricketts se mostró interesado en llegar a un acuerdo y así se hizo, se firmó una sociedad entre Brown, Davis y Ricketts a partir de 1964, Vanguard era propietaria de la empresa y la marca, en adelante los automóviles serían comercializados por Vanguard y serían llamados Vetta Ventura. Pero el emprendimiento no duró más de 2 años y la producción fue de tan sólo 19 carros.

Brown se retira del negocio y Davis queda con la totalidad de sus acciones y activos8 y de lo que queda de Apollo y vende todo a un abogado llamado Robert Stevens, la empresa pasaría ahora a llamar Apollo International, pero en menos de un año el nuevo intento de salva la marca falla, sólo 14 carros se produjeron en ésta época.  

El “Thorndyke Special”

Un total de 76 carros Apollo GT y 11 convertibles fueron producidos entre 1962 y 64 y luego hasta 1966, de ellos 2 fueron adquiridos por Disney Studios para que fueran usados en la película “The Love Bug” o “Cupido Motorizado” en Castellano, los carros personificarían al “Thorndyke Special” que comenté al inicio y serían modificados por Max Balchowsky, quien haría cambios en el motor, llevando la cilindrada de 3.5 a 4.9 lts (Apollo GT 500), además se modificó la suspensión y los frenos. Además a uno de los carros se le instaló un dispensador de aceite, una pequeña “trampa” que Throndyke tenía preparado para quienes desearan sobrepasarlo, Herbie entre ellos, evidentemente.

El Thorndyke Special de la película, luego de 9 años de restauración.

Luego de la película se le perdió el rastro a los carros hasta que en 2004 uno de ellos apareció publicado, sin que se especificara que se trataba del carro de la película. Su nuevo propietario lo compró más por ser un Apollo GT 500 que por ser el famoso “Thorndyke Special”, sin embargo, el nuevo dueño compró la película y la vio varias veces y para su sorpresa notó que el carro tenía golpes en las mismas zonas en donde el carro en la película los recibía, además de eso, el carro tenía el dispensador de aceite.

Luego de 9 años de restauración acuciosa, el carro estuvo listo para el Concorso Italiano de 2013, la mayor congregación de automóviles deportivos italianos en Estados Unidos. En esa ocasión estuvo presente junto con otros 17 Apollo GT, que representan cerca del 20% de la producción total.

Un carro de éstos es hoy una joya, con un precio mínimo de unos 60.000US$ por uno en condición “good” (funcional pero con deterioro y que requiere una restauración) y un máximo de 150.000 US$ en condiciones de concurso, les recomiendo: Si consiguen uno, por nada del mundo lo suelten!

El Apollo GT es belleza efímera. Uno de los carros artesanales más hermosos que jamás he visto.

Michel Rodríguez
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