EL SHOW DEBE CONTINUAR

Por Paola Méndez

 

 

El mundo del fútbol está conmocionado por la triste noticia de la recaída de Tito Vilanova, quién debió dimitir de su cargo como Director Técnico del FC Barcelona para combatir una terrible enfermedad como lo es el cáncer. Inmediatamente surgieron rumores sobre los posibles suplentes de Tito, siendo Rubi, Luis Enrique y Bielsa los más sonados, sin embargo en las últimas horas un nombre comenzó a escucharse cada vez con más fuerza: Gerardo “Tata” Martino. Finalmente el de Rosario logra hacerse del puesto apadrinado nada más y nada menos que por el propio Lio Messi.

 

Gerardo fue futbolista profesional, jugaba de volante ofensivo sin mucho recorrido sino más bien “pensador” del juego. Sus influencias futbolísticas provienen principalmente de Marcelo Bielsa, pero también de Jorge Solari. Este sería su debut como entrenador en una liga europea.

 

Tata Martino tiene una filosofía que en teoría podría adaptarse al FC Barcelona. Es un amante del buen juego a partir de la tenencia del balón como arma de ataque y de defensa, en el cual las individualidades pasan a segundo plano, pues lo colectivo es lo que le interesa. Es un estudioso obsesivo de los detalles que no admite que un balón se de por perdido, así como tampoco dejar de atacar para echarse atrás a defender. De la misma manera le caracteriza un “pressing” agresivo a sus rivales. La importancia de recuperar el balón lo antes posible para continuar con la ofensiva, ese “todos atacamos, todos defendemos” que resulta imprescindible en el Barcelona.

 

En cuanto a tácticas, en su etapa con el Newell’s empleó prácticamente el mismo esquema que el Barcelona: 4-3-3 sin miedo a variar según las circunstancias, sin perder la identidad, claro está. Lo que facilita la adaptación tanto al propio entrenador como a los jugadores.

 

Martino es reconocido por utilizar su discurso como arma motivacional. Por ser una persona absolutamente educada y sencilla, cualidades que sin duda alguna calan en el club catalán. Le espera un gran reto: Asumir un equipo aturdido por cambios de entrenador en poco tiempo y sobre todo, herido emocionalmente por el cáncer. Éxitos, Tata. El show debe continuar.

 

Imagen de deportes.terra.com