Disertaciones sobre Star Wars

Por Orianna Robles

@Sra_Chiguira

 

 

 

 

Ya empezamos el 2016 y más allá de todo el revuelo, los spoilers y la opinión que cada quien tenga sobre las películas de Star Wars, ésta saga -al igual que muchas otras- tiene un tema recurrente: la eterna lucha entre el bien y el mal, el lado luminoso y el lado oscuro. La lucha entre los Jedi y los Sith.

 

Justamente, una de las cosas que más me gusta es el tema de La Fuerza, la connotación religiosa que tiene el mismo, y los diferentes usos que le dan los Jedi y los Sith. Mediante esta disputa, Star Wars muestra un tema que está presente a lo largo de nuestras vidas, pero muy pocas veces las personas terminamos de entender: La Fuerza existe, vive dentro de cada uno de nosotros y es tanto luz como oscuridad.

 

Nada es puro en su totalidad, así como nada es totalmente malo, lo cual se nos recuerda en varias oportunidades a lo largo de cada una de las películas: Anakin Skywalker es el mejor ejemplo, ya que motivado por el miedo de perder a su esposa Padme, se deja seducir por el lado oscuro, convirtiéndose en Darth Vader, uno de los villanos más icónicos en la historia del cine. Pero, es gracias al vínculo que tiene con su hijo Luke, que antes de morir logra redimirse, arrepentirse y volver al lado luminoso.

 

Luego tenemos a Luke y Leia, hijos de Anakin y Padme, ambos hermanos sensibles a La Fuerza, pero aún así con habilidades, caminos y destinos muy diferentes pues, si los dos pueden considerarse como pertenecientes al lado luminoso, en diferentes momentos flaquean.

 

Cuando Luke se encuentra en la Estrella de la Muerte y el Emperador y Darth Vader tratan de convencerlo de que se una al lado oscuro, en un principio él se resiste, hasta que el Emperador despierta su ira amenazando a sus amigos, a Han Solo y a Leia.

 

Podemos decir que Luke, a pesar de que se convierte en un prodigioso Jedi, tiene una naturaleza impulsiva y también carga con mucha frustración (especialmente antes de dejar el planeta Tatooine). Así mismo, se muestra impaciente y con poca fe en sí mismo y en su poder mientras está entrenando con Yoda.

 

Por otro lado tenemos a Leia, quien aunque tiene escenas de acción y heroísmo, en comparación con Luke tiene un papel más pasivo. Justo por eso, no es casualidad que haya sido adoptada por una familia noble, lo que la ratifica como una figura más racional, paciente, centrada. Pero más allá de estas virtudes y de la fuerza que hay en ella, en el episodio VII se puede concluir que no se entregó al camino de un Jedi.

 

Ahora, en la nueva entrega de Star Wars, tenemos dos nuevos personajes que pueden ser calificados como protagonista y antagonista y que esta vez, podría decirse que ambos están ubicados en lados opuestos de La Fuerza.

 

Primero está Rey, una joven carroñera que ha vivido en el planeta Jakku desde siempre. En un principio, no tiene conocimiento sobre La Fuerza, su relación con los Jedi ni nada parecido, pero más allá de eso, las cualidades que hay en ella son justamente las que establece  el código Jedi.

 

Ella es paciente, tiene toda su vida esperando a alguien (en la película nunca se especifica a quién) y por esa razón no quiere dejar su vida en Jakku, a pesar de que es infeliz. Es benévola y piensa en los demás, poniendo en riesgo su vida para ayudar a BB-8 y así cumplir la misión que le encomendaron al androide. Es racional, cualidad que no solo se ilustra en el gran conocimiento que tiene en cuanto a reparar naves (conocimiento científico-tecnológico/moderno) sino también en la manera que tiene de enfrentarse a los problemas, como cuando es secuestrada y recurre a sus recién adquiridos poderes para escapar sigilosamente de la Primera Orden. Así pues, Rey es una heroína que engloba el código Jedi, aún sin serlo, pero que si bien es una chica ruda, también proyecta mucha dulzura que la hace muy agradable.

 

Como contraparte tenemos a Kylo Ren, nacido bajo el nombre de Ben Solo, hijo de Leia y Han. Desde un principio con pleno conocimiento y sensibilidad a la fuerza, entrenado por Luke Skywalker para ser un Jedi. En pocas palabras, nacido en la luz para servir a la misma, pero aún así decidió convertirse al lado oscuro.

 

Kylo Ren es un personaje que se encuentra en conflicto consigo mismo, pues reconoce y siente la luz dentro de él, el lado luminoso lo llama, pero una vez que asesina a su padre a sangre fría, su destino queda sellado. Para ser el principal antagonista en el episodio VII, Kylo es muy diferente a los villanos anteriores de la saga (fríos, calculadores, llenos de ira pero con autocontrol) él es impulsivo, pasional, impaciente y se deja llevar –quizá demasiado- por sus emociones del momento, siendo una de las mejores representaciones del lado oscuro y, en comparación con Rey, es el opuesto de la imagen ideal de un Jedi, es decir, un perfecto Sith.

 

En el taoísmo (una de las religiones en las que está inspirado el Jedismo) el Yin es una fuerza pasiva/sutil, femenina y húmeda, mientras que el Yan es una fuerza activa/concreta, masculina y seria y la tercera fuerza es el Tao, aquella que las contiene.

 

No es coincidencia la diferencia de género en los dos personajes: que Rey sea mujer y Kylo hombre, no es solamente un tema de que estamos en el siglo XXI y Disney le quiso dar más protagonismo a una chica, pues si nos ponemos creativos, podemos decir que Rey es el Yin y Kylo el Yan, fuerzas que son totalmente opuestas, pero que de alguna manera son necesarias y una no puede ser sin la otra.

 

Además de esto, a pesar de que ambos personajes se enfrentan entre ellos (y seguramente lo volverán a hacer en el futuro), es gracias a ese contacto que se produce el despertar en cada uno. Kylo Ren, influye en Rey cuando trata de sacarle la información del mapa, produciendo que la misma descubra el poder de la fuerza que hay en ella y al mismo tiempo Rey, influye en la decisión de Kylo de dar el paso (matar a Han) y así continuar su entrenamiento.

 

Eso demuestra que la luz necesita de la oscuridad para ser y viceversa, pues, es bastante difícil tratar de definir la una sin la otra. Ambas son necesarias, pero eso sí, en el caso de nuestros personajes, también deben ser canalizadas.

 

Star Wars: el despertar de La Fuerza, no solo se trata del despertar de una heroína, también se trata del despertar de un villano. El despertar de la fuerza en sus dos expresiones que conforman la vida tal como la conocemos y que, aunque parecen mutuamente excluyentes, se necesitan la una a la otra para lograr el equilibrio.

 

Ahora solo nos queda esperar y ver, cuáles serán los papeles que estos personajes tendrán en las próximas entregas y cómo terminará éste drama intergaláctico, contenido en una familia tan sensible a La Fuerza, para por fin saber el resultado de ese eterno debate que existe entre el bien y el mal: ¿Será Rey la que traiga el equilibrio? ¿Será Kylo? O quizá ¿Los dos?

 

¿Ustedes qué piensan?

 

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