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Últimos Artículos
Del espesor de las estanterías
por Luis Barragan
Apegados al formato convencional, hoy, el libro sabe de distintas versiones informáticas para recorrer las redes e interpelar al navegante que prefiere las aguas ligeras. El internauta promedio tiene, por lo general, una frágil embarcación y lo banal le es una
Geología inversa: la pira de los libros universitarios
por Luis Barragan
Profundamente conmovidos por el reciente incendio de la Biblioteca Central de la Universidad de Oriente (UDO), en Cumaná, participamos de la inmensa marea de indignación que no llegó a tiempo para evitarlo. Aquejados por toda suerte de vicisitudes de la pandemia
Destelevisados
por Luis Barragan
Un vecino, conocido por muchos años, recientemente nos comentó que jamás – desde la más remota infancia – vio televisión, por lo que es totalmente indiferente ante la desaparición de las cableras, como genéricamente solemos denominar el servicio por suscripción, aunque fuese
Fumar a las costillas de la pandemia, por ejemplo
por Luis Barragan
Quienes todavía somos fumadores, esperando dejar por siempre el ya pernicioso oficio, la situación ha sido muy apretada durante la cuarentena. Además de la escalada de los precios, sin que sea fácil hallar un local que los expenda, por el reducido
De la bibliofilia digital
por Luis Barragan
La quiebra editorial del país, inadvertida por las grandes mayorías apremiadas por las más elementales necesidades, nos ha llevado al hábito de la también penosa lectura en pantalla, trátese de una laptop o tableta, dificultado el kindle y sus equivalentes, si de novedades y divisas
Covid19 y arte
por Luis Barragan
Inesperada y también maliciosa, la temporada universal de la pandemia amenaza con extenderse y, seguramente, dándole un íntimo sello humano a la experiencia, el arte no tardará en dar cuenta de sus dramas. Distinguiendo la propia naturaleza de los países afectados,
Felipe Izcaray o la intimidad de los audífonos
por Luis Barragan
La inmensa dificultad de reencontrarnos con nosotros mismos, durante la prolongada cuarentena, habla de las radicales tensiones e incertidumbres que nos asedian al cumplirla en un país como Venezuela. No obstante, podemos también aludir a un constante reajuste de la convivencia
Páginas para una pandemia ineludible
por Luis Barragan
Quizá porque las dos guerras que se dijeron mundiales en el XX, no llegaron a este rincón del mundo, como toda que se precie, nos hicimos la ilusión duradera de una lejanía insalvable frente a cualesquiera acontecimientos trágicos, allende la mar.
Reaprender a leer (o la necesidad y el placer de hacerlo)
por Luis Barragan
Signo de una aparente redención social, al principiar el régimen hubo una intensa y bulliciosa campaña que dijo desterrar definitivamente el analfabetismo en Venezuela; por cierto, en contraste con las cruzadas del siglo anterior, la del presente prontamente devino misión que no fue,
La lectura como coartada
por Luis Barragan
Convengamos, no es igual afrontar la pandemia en los países organizados y librecambistas que en los inveteradamente desorganizados e inútilmente estatistas. En unos, la tendencia es hacia los servicios públicos eficaces y, en los otros, hacia su inexistencia misma. El contraste
La pobreza de calle
por Luis Barragan
Los espacios públicos durante los esplendores petroleros, exhibieron una pobreza de diferentes bemoles que, en no pocas ocasiones, estuvo asociada al consumo de los licores y drogas de la peor calidad, pero al más bajo costo. Una situación supuestamente escondida, participó
Geddes en tiempos del coronavirus
por Luis Barragan
Las posturas políticas le dieron una extraordinaria relevancia a Sartre, más allá de los aportes filosóficos que le validaron un cupo en la opinión pública, en contraste con otros de sus colegas de una mayor vocación por el claustro. Quebrada editorialmente,
Cruces, las azules o verdes
por Luis Barragan
Duras y sacrificadas fueron las jornadas de protesta de 2017, ante la feroz represión de la dictadura buen rato atrás desenmascarada. Heridos, mal heridos y muertos, fue el saldo consabido que se unió a los mil de detenidos de entonces. En
Coronavirus y universidad
por Luis Barragan
Frecuentemente, no aludimos a los hechos noticiosos que cursan. Por inconclusos y también porque otras voces los abundan, sin algo más que añadir, optamos por lo que personalmente nos inquieta con tozudez, a riesgo de la reiteración y del tedio. Sin
Ciudad Universitaria
por Luis Barragan
Desde principios de los ’40 del ‘XX, con el solo anuncio de los estudios para la construcción de la Ciudad Universitaria de Caracas, fueron muchas las expectativas que generó, incluso, en el resto del país. Pérez Jiménez tuvo literalmente la suerte
Ética y estética de la supervivencia
por Luis Barragan
Puede aseverarse, al deterioro de lo material sigue el espiritual (y viceversa). La psicología social puede aportar luces en torno a la continua degradación humana que trepa sendos y preocupantes niveles de incongruencia, violencia, agresión, obscenidad. Hannah Arendt lo advirtió décadas
De una batalla desigual
por Luis Barragan
Pocos días atrás, tuvimos ocasión de celebrar una reunión de trabajo en la sede del Pedagógico de Caracas. Y, aunque no tuvimos oportunidad de recorrer el meritorio edificio histórico, logramos apreciar el grave nivel de deterioro e inseguridad personal de las
La cultura subalterna
por Luis Barragan
Evidente, no ha habido ni habrá política cultural bajo el presente régimen excepto tengamos por tal, la de un carácter burocrático y clientelar que pendió de la ya exhausta renta petrolera y, ahora, revela el cuño cuartelario que, por siempre, la
A propósito de Raúl Amundaray
por Luis Barragan
Extrañamos una profunda y sostenida reflexión sobre la televisión venezolana del XXI que, yendo más allá del control ejercido por el Estado, bregue y supere los niveles de análisis del anterior siglo. Vale decir, incursione decididamente en los dispositivos o
Balza y la autonomía universitaria
por Luis Barragan
Peor que antes, la autonomía y la propia noción de universidad están al borde de la extinción. Los viejos encapuchados, empinados en la Venezuela dineraria de entonces, asoladores del campus, ahora ejercen el poder cebándose contra la independencia de toda casa de