La reforma del sistema de divisas no corrige la distorsión económica

Por Luis Rodríguez

@Luisert

 

 

 

Venezuela demanda más que un control cambiario, la reincentivación económica

 

Con una alta liquidez e inflación en las calles venezolanas, una moneda sobrevaluada y una creciente demanda de divisas extranjeras para la importación de materia prima y productos de distintos tipos, el Estado venezolano ha iniciado el año 2014. Ante esta situación han tomado una serie de medidas con mira a la corrección de las distorsiones y desequilibrios en los que se encuentran las finanzas nacionales, pero los números dicen que no serán suficientes para enfrentar el panorama que los expertos en el área denominan crisis.

 

La eliminación de Cadivi, la migración de algunos sectores de la economía al Sicad y el nacimiento de un nuevo ente para la administración de divisas a Bs. 6, 30 por cada dólar, son los primeros pasos emprendidos por el Ejecutivo nacional. Sin embargo, expertos del área consideran que se necesitan acciones y no medidas.

 

La Academia Nacional de Ciencias Económicas envió el pasado 30 de enero un documento al vicepresidente para la economía, Rafael Ramírez, indicando las medidas anunciadas recientemente son insuficientes para acabar con la incertidumbre respecto a la disponibilidad de divisas y los tipos de cambios que deberán afrontar los diferentes sectores de la economía. La organización, presidida por Luis Mata Mollejas, duda seriamente de la sostenibilidad del nuevo régimen cambiario dado el déficit en la oferta global de divisas que se ha podido observar en los últimos años.

 

Alta exportación petrolera, pero menos dólares para ofertar

 

En un país con una alta renta petrolera, es posible pensar que los 90 mil millones de dólares que registra la balanza de pagos del Banco Central por este tipo de exportaciones sean suficientes para mantener una alta oferta de divisas. Sin embargo, y de acuerdo a la academia de economía, esa no es la cantidad real que ingresa a las arcas del país. A dicha suma hay que descontarle las cuentas por cobrar a otros países, el pago de deuda externa y el tratado del fondo chino. Con estas deducciones, el ingreso neto por cada barril vendido cae hasta los 70 dólares, 30% menos que el precio al que se oferta.

 

El Gobierno nacional ha señalado en diversas ocasiones que existe una mala administración de fondos dentro de su sistema, por lo que ha reformado la entrega de divisas. Si bien el vicepresidente Rafael Ramírez señaló que en las nuevas estrategias se mantendría una tasa preferencial de 6,30 bolívares por dólar para los sectores de mayor importancia, varias empresas pertenecientes al ramo de los productos farmacéuticos y el papel (que incluye sanitario y de periódico) han sido convocadas a la primera subasta de 220 millones de dólares que hará el Sicad para vender cada dólar por 11 o 12 bolívares.

 

La tarifa por la que los productores puedan adquirir la materia prima se verá reflejada directamente en los precios que se observen en los anaqueles con nuevos inventarios, pudiendo aumentar hasta en un 50% producto del nuevo costo del billete verde, contribuyendo así con el notable cuadro inflacionario que sufre la nación.

 

Aumento del precio de la divisa para disminuir la liquidez

 

En 2013 la liquidez monetaria aumento 69%, impulsada por el financiamiento que hace el BCV al sector público, mientras que este año podría crecer hasta 46%, estima la firma Ecoanalítica. Rafael Ramírez ya ha señalado que «el tema de la liquidez es complejo» y que este año tomarán medidas para recoger esa cantidad de bolívares que se encuentra en circulación y que ocasiona una mayor demanda de productos en un momento en que la producción pierde fuerza a paso acelerado.

 

El aumento del costo de la divisa a través del Sicad cuenta como parte de dicho plan, pero de los 42 mil 700 millones de dólares que se entregarán a lo largo del año, solo 11 mil 400 millones se venderán a una tasa mayor a 11 bolívares por dólar. Ante el alto nivel de desembolso publico que genera un déficit entre ingresos y gastos, el BCV deberá seguir imprimiendo bolívares para saldar las cuentas, porque la recaudación a través de una divisa más cara no será suficiente, señalan los analistas.

 

Si el Centro Nacional de Comercio Exterior lograra migrar progresivamente algunas empresas de dólar preferencial a tasa Sicad, podrían acercarse más a una mayor nivelación entre los desajustes por compromisos públicos, aunque la consecuencia de esta acción sería un aumento de más de 50% en una gran cantidad de productos.

 

El Gobierno adeuda 13 millardos de dólares a empresas privadas

 

El crecimiento de demanda de dólares para la importación de materia prima crece con la misma velocidad que baja el nivel de producción interno. Distintas empresas con larga trayectoria en el país ya sienten las consecuencias del recorte en la oferta de divisas. Todas ellas obtuvieron una Autorización de Adquisición de Divisas (AAD), aval con el que procedieron a adquirir materia prima y otros tipos de requerimientos de proveedores en el exterior. Sin embargo, Cadivi nunca emitió los dólares reales para cancelar las deudas internacionales adquiridas.

 

Laboratorios, empresas de los sectores alimento y farmacia, líneas aéreas, ensambladoras de vehículos y fabricantes de autopartes, esperan la cancelación de los compromisos monetarios que el Estado tiene con ellos, para poder seguir produciendo en la país. Sin embargo, la respuesta del ejecutivo ha sido la discusión de dichas deudas, invitando a los productores a continuar con su trabajo regular mientras esperan la cancelación del monto luego de que se discuta que tipo de cambio debe entregársele a cada una, aunque hayan vendido sus productos a costos generados con dólar a 6,30 bolívares.

 

Claro que no es tan sencillo como dejar pasar la deuda por unos meses, los proveedores internacionales no mantendrán las relaciones y el flujo de productos mientras se les deban pagos de hasta dos años atrás. La Cámara Venezolana de la Industria de Alimentos (Cadivea), a quien Cadivi debe 2 mil 431 millones de dólares, dice que la situación «Constituye el primer obstáculo para la producción de alimentos en Venezuela» porque no han podido honrar los compromisos comerciales que adquirieron previamente con los proveedores. Esto ha afectado la reposición de inventarios de materias primas básicas como trigo, azúcar, leche, carne y cereales, lo que termina reflejándose en el abastecimiento de productos terminados.

 

El Gobierno admitió fallas en su propio sistema de controles

 

Incluso bajo un sistema de controles implementado por el grupo que ha sido Gobierno por más de una década, ocurren fallas en el control de asignaciones. Así lo ha dicho el presidente de la Comisión de Finanzas de la Asamblea Nacional, Ricardo Sanguino, quien indicó que «en 2012 hubo exacerbación en el desvío de las asignaciones de divisas y empresas de maletín», al tiempo que admitió que no aplicaron controles previos ni posteriores a tiempo.

 

Se produjo «una estafa a la nación y al pueblo con la especulación, de allí la necesidad de corregir». Entonces la pregunta es ¿de qué han servido los ferrios controles de los últimos años? La fuga de divisas continúa sin que el Estado lo evite, ahora incluso bajo el panorama del no retorno para la inversión. Así lo dice la experiencia, consideran distintos economistas, el control de la economía solo crea mercados paralelos.

Para reorganizar la economía serán necesarios más que controles, la depuración y aceptación del delicado cuadro económico que afecta a Venezuela. Varios analistas lo han repetido durante largo tiempo, el país necesita inversión extranjera que por una parte satisfaga la demanda de divisas y por otra reimpulse la producción nacional para suplantar el modelo de importación.

 

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