¡SON 200 AÑOS DE LUCHA!
Por Francisco Matheus
Secretario General del CEED-UCV
@FJMatheus
Son 200 años de lucha, de protagonismo, de innovación, de revoluciones y de estar a la vanguardia de todos los acontecimientos importantes en Venezuela, son 200 años que se celebran a partir del 12 de Febrero de 2014 cuando comenzó el papel protagónico de los jóvenes en la fundación y posterior desarrollo de nuestra República.
1000 jóvenes, entre ellos 85 estudiantes del Seminario Santa Rosa de Lima hoy en día conocida como la gloriosa Universidad Central de Venezuela, obtuvieron una impresionante batalla ante las fuerzas caudillistas y opresoras de Boves en La Victoria, estado Aragua. Desde hace dos siglos para acá, los jóvenes hemos realzado nuestras voces de protesta ante regímenes que intentan acentuar su yugo opresor sobre un pueblo libre e independiente como el que habita en estas tierras.
Hoy en día nos encontramos ante una situación en la cual la historia nos hace el llamado de tomar la batuta de las acciones, ya que, se activan las persecuciones hacia la disidencia del gobierno que cada día se ve entre la espada y la pared por medidas económicas que atentan en contra de “los bolsillos”, los ciudadanos aunado a la alta cifra de asesinatos, donde la juventud es víctima y victimario de estos hechos que el año pasado nos quitó a 25.000 compatriotas.
Las protestas llevadas en los estados andinos y centrales en la cual son los jóvenes y estudiantes quienes llevan el timón, 
expresando el sentimiento de muchos venezolanos en las calles con gritos, canticos y mucho coraje no deben quedar en vano. Muchos de nosotros hemos sufrido las bajas de compañeros, tres de ellos por cárcel, un secuestrado por funcionarios de la policía política, un herido de bala y decenas de heridos deben saber que todo el movimiento estudiantil está con ustedes, y hasta no tenerlos con nosotros la protesta no cesará.
Ante esta represión inminente vista a lo largo de la historia en gobiernos impopulares, autocráticos y opositores a la democracia, los estudiantes y jóvenes estamos llamados a combatirlos de forma pacífica pero contundente, porque, aunque no seamos lo responsables del presente por culpa de los actos del pasado, somos los únicos culpables del futuro, ya que, en nuestras manos está el país donde queremos vivir.
Son nuestras armas los lápices, libros y conocimientos, y serán nuestras trincheras de batalla las aulas de clase y la calle. No dejaremos que nuestras voces sean calladas por burócratas de turno, invocaremos las almas de nuestros libertadores y de esos seminaristas que en los campos de batalla de La Victoria dieron un paso fundamental para la independencia de una potencia extranjera.
¡Qué viva la juventud democrática, irreverente, innovadora y progresista de Venezuela!
