Los mártires sangrientos

Por Jesús Moreno

@chucho1991

jmoreno@guayoyoenletras.com

 

 

 

Ya se ha hablado en varias ocasiones en este portal sobre las tendencias socioeconómicas del actual Gobierno de Venezuela. Sus inclinaciones dictatoriales, autoritarias y sus rasgos típicos de de regímenes fascistas y no al revés, como tantas veces han despotricado Nicolás Maduro y compañía en contra de la oposición venezolana. Pero lo cierto es que el sistema ideológico del oficialismo no se queda encasillado en una sola definición, sino más bien es un recipiente de varios tipos de pensamientos, al menos en teoría. Entre ellos está el comunismo. Todos los países en los cuales se ha establecido alguna clase de comunismo siempre han puesto en un pedestal a sus líderes ¿Pero qué es el comunismo exactamente?

 

El comunismo es una doctrina materialista concebida en la mente del filósofo alemán Karl Marx en el siglo XIX, quien plasmó su ideología en el Manifiesto Comunista, que proclamaba entre otras cosas, la nacionalización de las empresas y la sumisión de la propiedad privada al Estado. Él la llamó también “la lucha de clases”, la cual incitaba a una revolución del proletariado de aquella época. Muchos pensadores, anteriores y posteriores a Marx, compartieron esta ideología. Igualmente, muchos presidentes y jefes de estado se guiaron por esta doctrina para gobernar a sus naciones. Este sistema convierte a sus líderes en ídolos, incluso celebrándolos como mesías. Desde Europa, pasando por Asia hasta llegar a Latinoamérica, líderes políticos como Yosef Stalin, Mao Zedong y Hugo Chávez se han convertido en mártires del comunismo.

 

Pero el comunismo es un pensamiento utópico, nada más. Suena bien en la teoría, pero en la práctica nunca ha dado resultados. Y para empezar, ningún régimen comunista ha iniciado de manera democrática. La Revolución Bolchevique de Lenin trajo sus consecuencias con la masacre de la familia real del ya disuelto imperio austrohúngaro. Stalin, quien asumió el mando poco tiempo después, fue responsable junto a Hitler de la muerte de millones de personas durante La Segunda Guerra Mundial. En China, Zedong impuso su política de estado comunista luego de que el ejército Popular ganara la guerra civil. Poco tiempo después la doctrina alcanzó a Corea y suscitó su división y los conflictos que hasta hoy existen en esa región. A finales de los 50 se materializaron las revoluciones cubana y argentina con ídolos como el Ché Guevara y Fidel Castro más recientemente, el intento de golpe de Chávez en el 1992. Son en realidad ideologías conflictivas o sangrientas.

 

La razón por la cual Chávez fue electo en los comicios de 1998 fue su astucia de esconder sus motivos verdaderos y su manipulación de las masas y la oratoria. Pero no pasó mucho tiempo para que empezaran a relucir sus colores. Esa violencia en sus discursos que alimentaba el resentimiento de sus seguidores, que los burgueses, la propiedad privada y las empresas son producto del “capitalismo salvaje” y el imperialismo. La politización de todo y la polarización extrema que Venezuela vive actualmente. La represión de los medios, la libertad de expresión y el ciudadano. Todos son pasos característicos del libreto comunista. Desgraciadamente, personajes como estos pasarán a la historia, en la mente de muchos, como héroes.

 

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