¿Capitalismo? ¡Shh!

Por Daniel Plaza

 

 

 

 

Seguramente leyeron el título y dijeron: «¡Este está loco! «. Tal palabra en estos días
es prácticamente impronunciable, es como un virus que se esparció por la mente
de los venezolanos que los alarma y los horroriza con la simple mención del
término en un tono que medio se parezca a algo bueno: Si la escuchas, tus piernas
se llenan de adrenalina y sin darte cuenta te estás moviendo lejos de la fuente que
originó esa atrocidad y si la pronuncias, peor, sientes que tu vida corre peligro, que
de una o varias maneras vas a quedar como un enemigo «lleno-de-odio-que-quiereel-
exterminio-total-de-la-Patria».

Y ¿quién generó todo ese odio, asco y miedo al capitalismo, en
Venezuela? ¿Recuerdan al difunto y su discurso contra el «Imperio» y el
«Capitalismo Salvaje»? Aquí va una cita: «Si hay algún sistema que le niegue a las
mayorías la propiedad, ése es el capitalismo».

Llaman mucho la atención las declaraciones del Ministro de Educación, Hector
Rodríguez: «No es que vamos a sacar a la gente de la pobreza para llevarla a la clase
media, para que después aspiren a ser escuálidos», no sólo por su implicación directa:
trabajan para subyugar a la población, sino también por lo contradictorio en el
razonamiento de la gente que los apoya (que son, en su mayoría, gente en
condiciones de pobreza), ya que, en base a estas declaraciones, una población con
más recursos sería opositora.

Resumiendo estas dos ideas expuestas públicamente por el chavismo: los pobres
no se enriquecen para que puedan seguir siendo votantes aliados y el capitalismo
es malo porque impide que exista la propiedad para la mayoría. Muy lejos de la
verdad…

Si echamos un ojo alrededor, vemos que los seguidores del chavismo quieren tener
más recursos pues los buscan, ¿no es así? Sin entrar en cómo los consiguen, los
buscan. Al venezolano le gusta gastar, le gusta proyectar su imagen en función de
su gasto, cuestión que se da desde los más pudientes hasta los menos. No lo
comparto, pero lo veo y lo entiendo. Entonces, que haya gente que sienta asco por
un modelo que implica mayor dinero en sus bolsillos, sin tener que pedirlo, es
absurdo, a menos que la creencia sea que en Venezuela se vivía con un modelo
capitalista y que fue el responsable de la debacle de la «cuarta».

Es época de cambios y yo también me uno: ¡el Capitalismo es buenísimo!
Sí presenta fallas y algunas graves, pero no peores que las de los modelos de
izquierda como el socialismo y el comunismo. Para muestra un botón (y muy
reciente): ¿a cuantas de las personas que recibieron viviendas provenientes de la
Gran Misión Vivienda Venezuela le entregaron título de propiedad? Lo que en
capitalismo se gana legalmente, le pertenece a su dueño, y el Estado, mientras más
capitalista, más se encarga de velar porque así sea.

Hay un claro concepto difuso (en buena parte, gracias al difunto) de lo que es
Capitalismo. Capitalismo es libertad económica. Sé que es algo que no se entiende
rápidamente, pues en este país nunca ha habido y ni nos enseñan algo de
economía a nivel de educación media, como para entenderlo.

Académicamente se emplea con mayor frecuencia el Índice de Libertad Económica,
publicado por el Fraser Institute como medida de Capitalismo en el mundo, entre
las variables que conforman este índice se encuentran:
• Tamaño del gobierno e impuestos. (Mientras menores, más libres).
• Propiedad privada y cumplimiento de la ley. (Mientras más se cumplen, más
libres).
• Solidez del dinero. (Mientras mayor, más libre).
• Regulación del comercio y tarifas. (Mientras menos, más libres).
• Regulación de los negocios, el trabajo y mercados de capitales. (Mientras
menos, más libres).

Entonces, ¿de dónde sale tanto horror, asco y miedo? De mentiras.
Hay que notar que el Estado debe jugar, no para entrometerse en los negocios de
los ciudadanos, sino para hacer cumplir Leyes que promuevan la independencia
económica de los ciudadanos. Cuestión que no ha sido así en Venezuela, donde
que el Estado juega a ser empresario y la política es un oficio rentable por el
control de PDVSA y los niveles altos de corrupción otorgando «favores» a
empresarios, dicho en otras palabras: Mercantilismo.
Para que se entienda: Mercantilismo y Capitalismo son mutuamente
excluyentes.

En el mapa que presenta la edición 2013 de este índice, Venezuela figura con el
número 126 en un grupo de 130 países. Lo realmente interesante es cuál país es el
número 1… Si el gobierno venezolano hablara… Lo que pasa es que con los
principales acreedores uno no se mete, ¿verdad?

 

(Visited 102 times, 1 visits today)

Guayoyo en Letras