Siniestralidad de PDVSA a 2 años de la Tragedia de Amuay

Por Juan Luis Martínez B.

 

 

 

Al cumplirse un segundo aniversario de uno de los más graves sucesos en la industria petrolera venezolana, se hace cada vez más difícil obtener respuestas a los interrogantes básicos que surgieron desde el primer día de esta tragedia.

 

Después de más de un año del suceso, en Septiembre de 2013, PDVSA declaró oficialmente que la explosión de Amuay del 25 de Agosto de 2012 tuvo su origen en una acción de sabotaje, y que prontamente se darían a conocer sus responsables. El informe fue analizado por especialistas organizados en el Centro de Orientación en Energía – COENER, y nuevamente se llegó a la conclusión que el argumento del sabotaje no tenía sustento técnico alguno; más bien este informe reforzaba la tesis que la causas de la fuga de gas, de la explosión y de la lamentable ausencia de sistemas de alarma y de procedimientos de evacuación, radicaban en serias deficiencias operacionales y de mantenimiento.

 

Después de ese informe, a la presente fecha PDVSA no ha vuelto a publicar ni declarar sobre el tema, y los demás entes responsables que se comprometieron y que debían haberse pronunciado formalmente, como el Ministerio Público, tampoco lo han hecho.

 

Como una de las tantas consecuencias de esta tragedia y de su manejo por parte de la empresa estatal, se pudo conocer que en 2013 PDVSA se vio en una situación muy apremiante en cuanto a la cobertura por parte de las empresas aseguradoras internacionales, debiendo acudir a firmas de corretaje de dudosa solvencia, e incluso seguir operando sin cobertura de seguros. Esta situación se ratifica en la siguiente reseña periodística: http://www.lapatilla.com/site/2014/06/18/las-polizas-de-seguro-de-pdvsa-volverian-a-cooper-gay-a-partir-del-1-de-julio/; según este artículo, PDVSA habría logrado recientemente que una de las empresas más solventes en corretaje de seguros, Cooper Gay, aceptara nuevamente tomar parte en sus coberturas de seguro.

 

Independientemente de los sobrecostos que debe estar incurriendo PDVSA para lograr insertarse nuevamente en una cobertura de seguros mínima aceptable, se debe llamar la atención en los indicadores de seguridad industrial que reporta la empresa para el año 2013 y las implicaciones que esto trae para la seguridad de trabajadores y de todas las comunidades que se encuentran en las adyacencias de las instalaciones de PDVSA.

 

En el recién publicado Informe de Gestión Social y Ambiental de PDVSA año 2013, hay varias menciones que intentan explotar como una tendencia, la disminución en sus índices de accidentalidad respecto al año anterior, 2012. A continuación un resumen de los datos:

De hecho, se reporta una reducción en general de los eventos y de los índices, sin embargo, se observa que los números siguen siendo muy elevados y la cantidad de “lesiones discapacitantes” y el Índice de Frecuencia Neta (IFN), que indica la frecuencia de accidentes que causan lesiones incapacitantes en los trabajadores, se mantienen en 2013 en el mismo y tan elevado nivel de 2012; Por otra parte, al comparar con otras referencias internacionales, e incluso con empresas que son propiedad de la misma PDVSA, como CITGO, se ratifica que los esfuerzos que hayan podido realizar no han sido suficientes y que están lejos de traducirse en una urgente reducción significativa del nivel de riesgo operacional. Adicionalmente, lo que se evidencia de las noticias sobre siniestros y fatalidades que han llegado a publicarse en lo que va del presente año 2014, hace pensar que los niveles de riesgo de la industria petrolera venezolana tienden a aumentar.

 

Uno de los indicadores más importantes para medir la accidentalidad es el Índice de Frecuencia Neta (IFN) antes mencionado; a continuación las cifras de 2007 a 2013:

OGP: Oil and Gas Producers – Safety Indicators

Fuentes: PDVSA, CITGO, Ecopetrol, PEMEX, OGP

 

Otro indicador asociado es el Índice de Severidad, el cual presenta hasta 2013 el siguiente comportamiento:

OGP: Oil and Gas Producers – Safety Indicators

Fuentes: PDVSA, CITGO, Ecopetrol, PEMEX, OGP

 

Ambas gráficas indican la que la lamentable situación de PDVSA en cuanto a riesgo industrial, lejos de presentarse como una situación coyuntural por la ocurrencia de un accidente grave, como en el caso de Ecopetrol en 2010, luce como una característica intrínsecamente relacionada a la manera como se programan, se supervisan y se llevan a cabo los procedimientos operacionales. Sus índices de siniestralidad siguen siendo, aun observando una leve disminución en 2013, escandalosa y consistentemente elevados, en comparación con empresas similares, así como en relación a su propia subsidiaria CITGO, lo cual confirma que el problema es propio de sus operaciones y de su gerencia, exclusivamente en Venezuela.

 

Ante la ausencia de respuestas y el desconocimiento de esta situación por parte de PDVSA, del Ejecutivo y de los poderes públicos responsables de la fiscalización y de la defensa de los trabajadores, la última palabra la tienen los gremios sindicales y la ciudadanía organizada.

 

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