Autocracia: un mal que persigue a Venezuela

Por Jilmir Valera

@Jilmir_Valera

 

 

 

En la escala de los regímenes de gobierno, son sin duda alguna las autocracias las que generar el mayor malestar a la ciudadanía, entendiendo esta como el régimen enfocado en los intereses del gobernante de turno. Es de la autocracia de donde se desprende -según los letrados- tres estados diferentes que, como cosa de locos hemos padecido en Venezuela.

 

En principio la tiranía. Entendiéndola como el beneficio al gobernante y el cambio drástico a una situación país a través de fuertes medidas ejercidas, en nuestro caso, por militares. Efectivamente hago referencia a uno de los principales regímenes autocráticos que padeció Venezuela de la mano del General Juan Vicente Gómez. Hombre fuerte de carácter y audaz en sus decisiones. Alejado de los estudios pero, con un «potencial» para gobernar.

 

Luego, en los 50, Venezuela afrontó lo que los historiadores reconocen como una dictadura, debido al alto índice de censura en los medios de comunicación y la poca libertad de acción política reconocida en el país. Aunado a esto, los altos índices de torturas, persecuciones políticas, exilados, robo de elecciones, militares al mando y un gran alcahueta de las mafias y la tortura -Ministro de Relaciones Interiores, Pedro Estrada- todo esta sinfonía de maldad y desprestigio al mando de otro General, esta vez, Marcos Pérez Jiménez.

 

Hombre estudiado y con un alto potencial para el progreso y la construcción. Uno de los gobiernos autocráticos donde aplica aquel dicho popular «No todo fue malo»; puesto a las grandes construcciones y el verdadero adelanto institucional y arquitectónico de la hoy conocida como ciudad capital. Además de grandes obras que hoy en día se mantienen y son ícono o la vía de transporte de muchos ciudadanos a diario.

 

Así mismo, caemos en el más viciado y podrido de los regímenes de la historia humana. Ese difícil de identificar. Aquel donde las libertades de los ciudadanos, absolutamente todas son oprimidas en beneficio del gobernante y por mandato del mismo. Libertad de crianza, libertad de expresión, libertad política, libertad de pensamiento, libertad de razón, libertad de conciencia, en fin, la propia dignidad humana es perpetrada y cercenada en las manos de este gobernante que ejecuta dicho régimen. Ese que vivimos desde hace 14 años en Venezuela y que, como acostumbramos a hacer historia, le súmanos una característica: hegemónico, padecemos, como parte de la clasificación de la MUD, un totalitarismo hegemónico. En principio ejercido desde 1998 por Hugo Chávez, y ahora desde 2013 luego de los hijos, el legado y las decepciones por Nicolás.

 

Totalitarismo es el régimen mas podrido que la humanidad haya podido enfrentar. Desde hace más de una década, llega a Venezuela esta amarga y agotadora experiencia que convierte a los venezolanos en expertos en racionamiento y defensa, puesto que la voluntad popular y la dignidad humana no podrán vulnerarse sin el despertar de un pueblo cívico y democrático.

 

Desde hace más de quince años se nos ha hecho cuesta arriba identificar y enfrentar el régimen que enfrentamos de manera contundente pero, como dice la canción: «No hay mal que dure mil años, ni cuerpo que lo resista». Es por eso que hemos perdido muchas vidas, hemos perdido muchas elecciones, hemos perdido las ganas, la voluntad y la libertad pero lo que mantenemos vivo la mayoría de los venezolanos es el ánimo democrático que nos lleva a luchar en nombre propio y nombre de nuestros hermanos. Recuperar la democracia será la mejor manera de rendirle homenaje a todo aquel que ha perdido la vida, de repatriar a todo aquel que se ha ido y de dejarle una tierra llena de paz, bienestar, seguridad y progreso para nuestros hermanos que están por venir.

 

Este recuentro humilde y quizás un poco osado, surge en sentido múltiple. En principio recordar el régimen que hoy nos intenta asfixiar y en contra el cual estamos luchando. En segundo lugar, recordar que estamos en el peor de los regímenes de gobierno y, ejercido este por las peores manos. Venezuela afronta una situación que no es clara. Hoy no sabemos si nos gobierna la Asamblea Nacional, los Castro, Cilia o los Colectivos. Es la incertidumbre la que nos reviste con la bravura de un león y nos hace luchar por nuestra libertad.

En el pasado logramos vencer la tiranía y la dictadura. En nuestras manos está acabar y desaparecer este totalitarismo insostenible y absurdo.

 

(Visited 209 times, 1 visits today)

Guayoyo en Letras