Gotero Vinotinto
Por Isaac Belisario
@lenin_belinar
No hay que ser un experto en la materia para saber que, solo invirtiendo de una manera responsable y dedicada te permitirá mantener en la cima lo que con tanto trabajo y esfuerzo se logró conquistar.
Esto parece ser una idea que no va de la mano con la Federación Venezolana de Futbol (FVF), dado que únicamente se ha podido obtener un mérito en la categoría Sub-20 y fue la clasificación al mundial del año 2009. Merito que le otorgó a esta camada de jóvenes el nombre de “GENERACIÓN DE ORO “, pero a partir de esa fecha se ha competido en 3 Campeonatos Sub-20 y ese mismo resultado no se ha logrado.
El Campeonato Sudamericano Sub-20 «Juventud de América» es un torneo de fútbol internacional realizado por La Confederación Sudamericana de Fútbol (CONMEBOL) que se realiza cada dos años, donde equipos pertenecientes a este órgano buscan un cupo para asistir al mundial de la misma categoría.
Con la hazaña obtenida en 2009, este evento ha tomado mayor importancia en los medios deportivos y en la fanaticada venezolana. Pero, ¿Qué ha sucedido desde entonces?
En las competencias sudamericanas sub-20 de los años 2011, 2013 y 2015, Venezuela no realizó actuaciones para nada similares a la de sus predecesores. El fútbol es un deporte de conjunto, por lo tanto la manera de hacerle frente a un rival, ya sea mejor o peor es garantizando orden y seguridad, conocer las cualidades de tus jugadores y aprovecharlas al máximo, así generar buenas jugadas para anotar y dotar de sabiduría y comportamiento a los jugadores para superar las duras situaciones. La “Generación de oro” mantenía esta filosofía, mientras que sus sucesores no, poca contundencia en las jugadas, desorden defensivo y ofensivo, fueron algunas de las fallas, pero sobre todo el desconocimiento de las habilidades. Este factor se repitió en estos torneos y al parecer si no se toman las medidas correctas, no cambiará nada. Mi pronóstico para el 2017 es un fracaso.
¿Quién es el principal causante de esto? Es importante conocer que el dirigente administrativo no solo la sub-20, sino a las demás categorías incluyendo la mayor es la FVF. Es ella quien se debe responsabilizar por conseguir buenos entrenadores, equipos de entrenamiento, espacios para las prácticas y sobre todo el tiempo para aprovechar al máximo los jugadores. Es cierto que quien sale al campo y quien toma las decisiones en el terreno de juego, no es la federación. Pero, si están ocurriendo fracasos como ha ocurrido en estos años ya es hora de pronunciar un “mea culpa” (mi culpa) o al menos responsabilizarse en conjunto.
¿Por qué son tan importantes las categorías inferiores? Los jugadores que participan en estos torneos no solo buscan alcanzar las metas que brinda la competencia, sino además llamar la atención del director técnico de la selección mayor para ser tomados en cuenta. Es decir, que en ellos se encuentran los futuros jugadores de la vinotinto que nos representarán.
Debemos pensar que la selección actual está conformada por jugadores de las antiguas sub-20, el problema es que debido al bajo compromiso que existe, no se manifiesta este pensamiento. La generación de oro es prueba de esto, una gran selección menor que debido al poco interés, no se supo aprovechar el valor de las piezas y solo nos quedamos con un pequeño pedazo. Si repasamos cada convocatoria desde el 2009, 2011 y 2013 nos damos cuenta que de los 72 jugadores convocados, solo 3 han sido continuos en los últimos partidos de la selección mayor, estos son José Salomón Rondón (2009), Josef Martínez (2011 y 2013) y Alexander González (2011).
Nos enfrentamos a una terrible situación, la vinotinto mayor no anuncia un buen futuro, actualmente tenemos buenos jugadores y no lo negaré podemos dejar una enorme huella, pero ¿y mañana? es necesario tener presente que los jugadores envejecen y por lo tanto se necesitan camadas que los remplacen no uno ni dos, hablo de que por cada posición exista al menos dos individuos que pueda remplazar y superar al actual, saber que es posible tener una cascada vinotinto para formar un equipo y no un gotero como se viene haciendo. Es por eso que para lograr esto es necesario invertir no solo en dinero sino tiempo, dedicación, trabajo, esfuerzo y visión de apuntar a un proyecto, así sobresalir y dejar atrás las huellas del pasado realizando nuevas. Es decir invertir bien.
