El virus dictatorial en Venezuela

Por Fanny Mora

@Fanny_Mora14

 

 

 

“No se establece una dictadura para salvaguardar una revolución; se hace la revolución para establecer una dictadura.” George Orwell

 

Una de las características más relevantes de las dictaduras es la violación a derechos humanos, es el primer síntoma de alerta que presenta un país ante un régimen que se niega reconocer que está equivocado. Cuando un sector de una nación demuestra su descontento, el régimen reacciona con represión, censura, encarcelamiento y violencia, envía un mensaje a todos lo que no estén de acuerdo: teman a nuestro poder, porque podemos hacer esto y más.

 

Gracias a la Guerra Fría, Latinoamérica fue víctima de una ola de dictaduras que marcaron la historia de países como Chile, Argentina, Uruguay, Paraguay, Brasil, Bolivia y Cuba. La persecución y el arresto a quien se declarara en contra del proceso, era la consigna. Las cárceles se llenaron de presos políticos y los ciudadanos comenzaron a huir de la nación que los vio nacer, ya fuera por miedo o por no soportar más la situación en la que se hundían. Los asesinatos y desaparecidos se convirtieron en el pan de cada día de millones de familias, de las cuales algunas aún sufren el dolor de perder a un ser querido por el odio y orgullo de un régimen dictatorial.

 

La fórmula siempre se repite a través de la historia, siempre existe un cuerpo de inteligencia al servicio del gobierno, listo para hostigar y arrestar a sus enemigos. La censura se hace presente en los medios de comunicación, haciéndolos desaparecer o haciendo que el régimen se apodere de ellos para vender su verdad. La propaganda se convierte en un arma de persuasión de la opinión pública y se siembra el miedo en las calles con la represión de los que alzan la voz en contra de lo que está mal.

 

Cuando las dictaduras se afianzan en el poder, no importa violar los derechos humanos o la constitución, no importa maltratar, torturar, asesinar o encarcelar a alguien injustificadamente. El respeto por la vida humana queda en el pasado o como una táctica de propaganda cuando la necesitan, lo que importa es lo que diga el Ejecutivo al mando y su palabra se hará cumplir como si fuera dictada por el mismo Dios.

 

Venezuela experimentó su última dictadura bajo el mandato de Marcos Pérez Jiménez y culminó en 1958, cuando la formula se había repetido durante un proceso largo en la historia del país. Luego tras un período democrático lleno de altas y bajas, en 1998 se inició una revolución con un aura de cambio, pero que poco a poco se fue transformando en una falacia llena de incoherencias e irrespetos a la ciudadanía. La revolución se convirtió en todo aquello por lo que una vez lucho en contra.

 

Hoy Venezuela tiene sus calles manchadas de sangre de los ciudadanos que han muerto a manos del hampa, de los ciudadanos que murieron por ejercer su derecho a la protesta en el 2014 y de los cinco estudiantes que fueron asesinados en circunstancias sospechosas. Cuatro de ellos fueron encontrados amarrados y con heridas de balas en la cabeza, José Daniel Frías Pinto (21), Julio Alejandro García Adonis (22), Yamir Tovar (22), Luis Fabián Arianyi García (21) estaban vinculados a los movimientos de manifestaciones. Ninguno de ellos llegaba a los 23 años de edad y tampoco hay acusados de sus crímenes.

 

Lamentablemente el quinto estudiante fue un adolescente de 14 años, que a pocas cuadras de su casa fue asesinado a manos de un policía que se suponía que debía resguardar su seguridad. Dejó sus sueños en el asfalto y el dolor de una familia que no podrá superar su perdida, todo gracias a una resolución que permite el uso de armas por parte de los cuerpos policiales contra manifestantes.

 

Las víctimas se acumulan, son un síntoma de alerta de que en Venezuela se repite la fórmula de las dictaduras. Los síntomas son cada vez más notorios, el virus se ha incrustado en las entrañas del país, carcomiendo poco a poco todo lo que va a su paso. Pero no hay que olvidar que siempre hay un antídoto, la cura existe y siempre llega, tarde o temprano, pero llega, y si hay una duda hay que repasar los libros de historia. La historia siempre se repite.