Primarias: Primero pague y después veremos
Por Javier Chirinos
@javier_chirinos
El reciente proceso de inscripción de candidatos de la oposición venezolana, que optan por ser los representantes de la MUD contra el régimen en las próximas elecciones parlamentarias, supone un momento democrático donde los ciudadanos escogen a los candidatos naturales, a los que han batallado, a los que ofrecen buenas propuestas, o simplemente escogen al de su preferencia. Sin embargo, aunque usted pueda considerarse uno de estos anteriormente mencionados y tener todo el empuje, las ganas de participar, el apoyo de su comunidad, el trabajo realizado, sino no cuenta con 150.000 Bs. NO podrá inscribirse; y sus aspiraciones y las ilusiones de sus seguidores quedarán desechadas, al menos para el venidero proceso.
Para la MUD no bastó con tomar la decisión de colocar circuitos en “consenso” y circuitos a primarias a dedo, sino que no buscaron alternativas para que los diferentes aspirantes plantearan su postulación. Resulta lamentable, no solo para el candidato que ahora encuentra sus aspiraciones frustradas, sino también para el elector, porque con esta realidad tendrá la posibilidad de escoger (si por suerte, la MUD decidió que en su circuito se efectuarán primarias) entre la gama de candidatos existentes que resultan ser los mismos de siempre. Ya que solo aquellos partidos políticos grandes pudieron postular a sus aspirantes, es decir, quedaron por fuera, los independientes y los partidos políticos pequeños que no poseen una estructura económica para al menos cumplir con el requisito de inscripción: 150.000 Bs.
Es un notable avance que se realicen primarias para la escogencia de candidatos, pero serán una farsa, una pantalla, porque no se realizarán en todos los circuitos y solo competirán los mismos carcamanes de siempre, esos que llevan 16 años sirviendo de “pie de amigo” al régimen. Pareciera que en todo este tiempo, muchos de la oposición venezolana no han aprendido que se lucha contra un régimen totalitario, que busca aminorar cada día los espacios de disidencia y que con actitudes como éstas, no solo los fortalecen, les hacen el juego.
La MUD y los partidos que la controlan deben reflexionar, ya que de un tiempo para acá se desligaron del sentir de los ciudadanos que los apoyan. Han buscado convertirse en una copia del PSUV y no en una genuina y real alternativa para Venezuela, perdiendo los objetivos y siendo un ente de colaboración para el régimen al que nos enfrentamos.
Tal vez, se pudieron plantear alternativas para la inclusión de todas las candidaturas en primarias, se pudo abrir primarias para todos los circuitos, fomentar la participación ciudadana y generar nuevos mecanismos. Tal vez, se pudo pensar un poco mejor este proceso y no irse por la comodidad y el facilismo. Tal vez, nuestro país necesita una MUD (o cualquier otra instancia que represente a la oposición venezolana) que plantee una verdadera alternativa y que sus estrategias sean legítimamente democráticas y no como las que se presentan actualmente, en donde se le da por consenso una región completa a un partido político, como si éste fuese el dueño del mismo y de las aspiraciones de sus ciudadanos.
Si esta es la democracia que plantea la MUD, indiscutiblemente, no es la que merecemos los venezolanos. Merecemos esa democracia que nos lleve a la transición de un país en desarrollo, lleno de valores democráticos, ciudadanos y de libertad.
